CON 53 AÑOS

El inmigrante que se hizo famoso por devolver una cartera con 2.700 euros muere tras sufrir un infarto

Amby Okonkwo encontró, mientras vendía pañuelos en un semáforo de Sevilla, una cartera que tenía 2.700 euros en efectivo, un cheque de 870 euros, un talonario y documentación, que enseguida entregó a la Policía Nacional. Los agentes encontraron al dueño gracias a la ayuda del inmigrante, que fue recompensado con 50 euros.

ondacero.es

Madrid | 24.06.2017 13:52

Imagen de una cartera
Imagen de una cartera | Archivo

Amby Okonkwo, el inmigrante nigeriano que se hizo famoso en 2008 por entregar a la Policía Nacional una cartera con 2.700 euros que encontró mientras vendía pañuelos en un semáforo de Sevilla, ha fallecido víctima de un ataque cardíaco cuando salía de su casa.

Fuentes de la Policía Nacional han confirmado que Okonkwo, de 53 años, falleció poco antes de las 11:00 horas, cuando sufrió un infarto al salir de su casa en la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache. Fue atendido por los servicios de emergencia, que sólo pudieron certificar su muerte.

El 13 de agosto de 2008 saltó a la popularidad tras entregar a la Policía Nacional una cartera que había encontrado en la vía pública, que contenía 2.700 euros en efectivo, un cheque por valor de 870 euros, un talonario de cheques y diversa documentación.

Entonces, requirió la atención de varios miembros del Cuerpo Nacional de Policía de la Brigada de Seguridad Ciudadana, y les entregó una cartera de piel marrón que había encontrado momentos antes en la rotonda de la Carretera de la Esclusa, lugar donde vendía pañuelos. La Policía inició las gestiones en base a la documentación empresarial y personal que portaba la cartera, localizando tanto a la empresa como a la persona que la había extraviado, Fernando P.G, nacido en Sevilla y de 68 años.

La Comisaría del Distrito de Triana-Los Remedios hizo entrega de lo recuperado a su dueño, quien dijo haber extraviado la cartera esa misma mañana, probablemente cuando circulaba en moto de vuelta de realizar unas gestiones. Por aquella acción, el dueño del dinero le recompensó con 50 euros, aunque días después un grupo de amigos de Madrid le envió 2.000 euros, que decidió guardar para ofrecerle más educación y oportunidades a su hijo.

Nadie sabe quién aportó ese dinero, ya que un hombre llamado Paco fue a buscarlo al semáforo en el que vendía pañuelos y le llevó a un banco donde le entregó 2.000 euros de parte de un grupo de amigos de Madrid que prefirió siempre mantenerse en el anonimato.