Las autoridades italianas han recuperado 62 cadáveres y rescatado a 80 supervivientes después del naufragio de una embarcación en la que viajaban más de 200 personas. Según han confirmado los Carabineros, los cuerpos se encuentran en la costa de Calabria, en las inmediaciones de la playa de Steccato (Crotone). Entre los fallecidos se encuentran, al menos, un recién nacido y doce menores de edad.
En un primer momento se creyó que la embarcación, que ha quedado completamente destruida, había chocado con unas rocas, pero los supervivientes han explicado que fue una explosión del motor en mitad de la noche lo que causó el accidente.
Las autoridades italianas salieron este sábado en busca de la embarcación, alertadas por un helicóptero de la agencia Frontex, pero las malas condiciones del mar y la oscuridad impidieron a los agentes llegar y volvieron a tierra.
Los supervivientes llegaron por sus propios medios a la costa, donde están siendo atendidos por la Guardia Costera y la Cruz Roja. La mayoría provienen de Irán, Pakistán y Afganistán y han confirmado que habían salido del puerto de Smirne (Turquía).
El presidente de la República, Sergio Matarella, ha lamentado el trágico accidente en un comunicado. "Es una enésima tragedia en el Mediterráneo que no puede dejar a ninguno indiferente (...) Es indispensable que la Unión Europea asuma finalmente la responsabilidad de gobernar el fenómeno migratorio para liberarlo de los traficantes de seres humanos".
La presidenta del Gobierno, Giorgia Meloni, también se ha pronunciado en un comunicado en el que ha denunciado que "es criminal embarcar un barco de apenas 20 metros de eslora con hasta 200 personas a bordo y con previsión de mal tiempo (...) El Gobierno se ha comprometido a impedir las salidas, y con ellas la perpetuación de estas tragedias, y seguirán haciéndolo, ante todo exigiendo la máxima cooperación de los estados de salida y de origen".
