El Palacio de la Zarzuela ha emitido un comunicado "ante las interpretaciones surgidas a raíz del malentendido" que tuvo lugar ayer, viernes, en la tradicional recepción que don Felipe y doña Letizia ofrecieron con motivo de la Fiesta Nacional.
En línea con la versión que dio ayer ante la polémica suscitada, Zarzuela insiste en que Sánchez y su esposa "siguieron en efecto y en todo momento las indicaciones de la Casa de Su Majestad el Rey".
Estas instrucciones fueron, prosigue el comunicado, "las de que permanecieran en el Salón del Trono del Palacio Real con Sus Majestades, hasta que los siguientes invitados llegaran a las inmediaciones de dicho salón para proceder al tradicional saludo a los Reyes".
"Como quiera que la presencia del resto de invitados quedó restablecida de forma inmediata, el ritmo habitual de saludo fue recuperado sin solución de continuidad, y se produjo la situación sobrevenida a la que se hace referencia", concluye la nota.
El episodio ocurrió al comienzo del besamanos de los Reyes en el Salón del Trono.
El jefe del Ejecutivo y su esposa fueron los primeros en saludarles y nada más hacerlo, se situaron a su derecha.
Durante un breve instante, permanecieron a la vera de don Felipe y doña Letizia hasta que un miembro del servicio de protocolo de la Casa del Rey les pidió que avanzaran, después de estrechar la mano de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que era la siguiente en la línea de saludos.
Moncloa consideró que se había tratado de una "anécdota" y corroboraba la versión ofrecida por Zarzuela de que "siguieron en todo momento las indicaciones" que les dio el servicio de la Casa Real.
En un primer momento, el Gobierno justificó que Sánchez y su esposa se quedaron junto a los Reyes en que les habían comentado que iba a haber una foto de los Reyes con las máximas autoridades del Estado, la cual no se llegó a realizar.