El papa Francisco ha llevado a cabo una nueva medida dentro de la Iglesia Católica que avanza hacia la igualdad de hombres y mujeres. Al contrario de lo que ocurría hasta ahora que solo pueden votar los obispos en los Sínodos, las mujeres y los laicos podrán ser elegidos para participar en el próximo Sínodo, donde tendrán voz y voto.
Los organizadores de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos han comunicado este cambio ante el Sínodo sobre la sinodalidad que se está preparando en estos años y que finalizará con dos reuniones en Roma en octubre de 2023 y de 2024.
Los diez clérigos serán "sustituidos por cinco religiosas y cinco religiosos pertenecientes a Institutos de vida consagrada, elegidos por las respectivas organizaciones representativas de las Superioras Generales y de los Superiores Generales" y tendrán derecho a voto. Se trata de un cambio que tanto religiosas como diferentes asociaciones de mujeres católicas llevaban solicitando durante años.
Otro de los cambios será que no habrá "auditores", sino que serán sustituidos por "otros 70 miembros, no obispos, que representen a otros fieles y que pueden ser sacerdotes, personas consagradas, diáconos o fieles laicos y que procedan de las Iglesias locales". De estos 70, se cree que el 50 % serán mujeres, que también tendrán derecho a voto. También se valorará la presencia de los jóvenes.
Asimismo, será el papa Francisco quien elija a estas personas de entre una lista de 140 personas indicadas durante las reuniones Internacionales de las Conferencias Episcopales y la Asamblea de Patriarcas de las Iglesias Orientales Católicas.
"A la hora de identificarlos, se tendrá que tener en cuenta no sólo su cultura general y prudencia, sino también sus conocimientos, tanto teóricos como prácticos, así como su participación en diversas capacidades en el proceso sinodal", indican en el comunicado.
Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y relator del Sínodo de la sinodalidad, ha apuntado que "no es una revolución, pues la asamblea sigue siendo una reunión de obispos, con una participación de no obispos", debido a que aproximadamente el 75 % de los participantes seguirán siendo obispos.
Y el secretario general del Sínodo, el cardenal Mario Grech, ha matizado que "seguirá siendo un Sínodo de obispos, pero habrá esta participación como miembros de laicos". Y añade que "su presencia y participación no sólo asegura el diálogo entre profecía del pueblo de Dios y el discernimiento de los pastores. Su presencia garantiza la memoria, son testimonios del proceso, del itinerario, del discernimiento que ha iniciado hace dos años".
