De esos fallecidos, al menos 31 civiles, entre ellos tres menores, perdieron la vida por ataques aéreos de aviones de guerra, de origen desconocido, en los barrios de Bustan al Qasr, Al Kalasa, Al Sukari, Qadi Askari, Al Marya y Al Harabla, en manos de grupos armados opositores.
Por otro lado, otras 22 personas, de las que dos eran niños, perecieron por el impacto de cohetes disparados por facciones islámicas contra áreas bajo el control del régimen, como los distritos de Al Midan, Al Mashriqa, Ashrafie y la plaza de Saadalá al Yaburi, donde también hubo 53 heridos.
La agencia de noticias oficial siria, SANA, confirmó hoy la muerte de 22 civiles por el lanzamiento de cohetes por parte de "organizaciones terroristas" y por los disparos de francotiradores en Alepo.
Una fuente de la Jefatura Policial en esta urbe indicó a SANA que los atacantes abrieron fuego desde los distritos de Bustan al Qasr y Al Meridian.
La violencia ha aumentado en las últimas semanas en Alepo, pese a que está en vigor en Siria un alto el fuego entre el Gobierno de Damasco y la Comisión Suprema para las Negociaciones, la principal alianza opositora.
Anoche, al menos 27 personas perdieron la vida en un bombardeo contra el hospital Al Quds, situado en el barrio de Al Sukari, en el este de Alepo, de acuerdo a los datos del Observatorio.
La pasada madrugada, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, instó a Rusia y Estados Unidos a que tomen "una iniciativa urgente para relanzar la tregua, que por el momento está en peligro".
Más de 200 civiles han fallecido, de los que 23 eran menores, desde el pasado 22 de abril por el incremento de las hostilidades entre las partes contendientes en esta urbe, dividida en distritos en poder de las autoridades y otros en manos de los insurgentes, de acuerdo a los datos del Observatorio.