"Estamos allí para garantizar que Estados Unidos no sea amenazado desde este lugar, y solo hay que recordar los atentados que tuvieron lugar en Nueva York o aquí mismo", dijo el secretario de Defensa, James Mattis, en una inusual rueda de prensa en el Pentágono.
El titular de Defensa estuvo acompañado en su comparecencia ante los medios de comunicación por el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de EEUU, el general Joseph Dunford, quien coincidió en señalar que la presencia de las fuerzas estadounidenses en Afganistán no será duradera.
"No creo que nuestras tropas en Afganistán representen una misión duradera", afirmó Dunford, quien recalcó que lo que sí supone un compromiso a largo plazo de Washington con el país asiático es la "representación diplomática".
Mattis, en cualquier caso, sostuvo que cuando el Gobierno estadounidense revisó su estrategia para la región, en agosto del año pasado, era consciente de que alcanzar el objetivo "llevaría un tiempo".
A comienzos de este año, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció su intención de retirar a las tropas estadounidenses de Afganistán "pronto".
El secretario de Defensa, quien subrayó la importancia de que en los últimos meses se hayan producido dos altos el fuego entre los talibanes y el Gobierno nacional, se mostró optimista respecto a que se alcance "una solución política" al conflicto.
Sin embargo, Mattis vinculó la salida definitiva de las tropas estadounidenses de países como Afganistán, Siria o Irak a que se cumplan dos condiciones: "Primero tenemos que destruir al Estado Islámico y tenemos que entrenar a las tropas locales", dijo sobre la lucha contra ese grupo terrorista.
En el caso de Siria, además, sumó un tercer paso, que sería que el proceso negociador de Ginebra vaya tomando impulso.