Unos 1.500 tractores entraron hoy en París para participar en una gran protesta del sector agrícola francés de la que los organizadores esperan medidas de urgencia del Gobierno, así como una reducción de las cargas fiscales o normativas que soportan, y cambios en la política europea.
La movilización estuvo organizada por la principal organización del sector, la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) y los Jóvenes Agricultores, que a primera hora de hoy habían señalado que más de 1.700 tractores iban a acceder a París, mientras que la prefectura decía haber contabilizado entonces algo menos de 1.400.
El punto de concentración fue la plaza de la Nación, donde muchos tractores llegaron con pancartas y banderas de las regiones de procedencia, en particular Bretaña y Normandía.
Pese a lo que se podía temer, hubo pocos atascos y los parisinos, por lo general, dieron muestras de apoyo a los manifestantes al paso del desfile.
Una delegación fue recibida por la mañana por el presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone, antes de reunirse a mediodía con el primer ministro, Manuel Valls, que esta tarde comparecerá para hacer una serie de anuncios.
El presidente del FNSEA, Xavier Beulin, avanzó esta mañana que espera de Valls medidas "de corto plazo" para las explotaciones en mayor dificultad, pero también exoneraciones de cargas, una "adaptación de la fiscalidad" y "una moratoria para nuevas normas" medioambientales.
"Los agricultores piden vivir de sus productos", subrayó en una entrevista a la emisora "RTL" Beulin, al ser preguntado sobre si reclaman nuevas subvenciones después del plan de 600 millones de euros presentado por el Ejecutivo a finales de julio.
Además de puntualizar que de esos 600 millones sólo 100 millones son subvenciones no reembolsables, ya que el resto son garantías de préstamos, Beulin hizo hincapié en que las cargas que soportan los agricultores y ganaderos franceses los hacen menos competitivos que los de otros países europeos.
También insistió en que "hay que invertir 3.000 millones" de euros "para poner a nivel la agricultura francesa".
La protesta de hoy pretende también poner presión de cara a la reunión de ministros europeos de Agricultura el próximo día 7 en la que se abordarán, en particular, los problemas de sectores como el lácteo o el porcino.
