Salvador Illa, presidente de la Generalitat y líder del PSC, ha intervenido este martes para desvincular al Govern catalán de los problemas de corrupción que sacuden al PSOE, en un intento por blindar su ejecutivo autonómico.
"La corrupción no salpicará al Govern. PSC y PSOE son partidos diferentes", ha afirmado categóricamente durante una comparecencia en Barcelona, respondiendo a las preguntas sobre los recientes casos que involucran a cargos socialistas en el ámbito nacional.
Estas palabras llegan en un momento delicado para el PSOE, con varias investigaciones judiciales abiertas que afectan a figuras cercanas al partido en el Gobierno central y en administraciones locales y tras un batacazo histórico en las elecciones extremeñas. Illa, que lidera un Govern en minoría apoyado por ERC y Comuns Sumar, busca así reforzar la imagen de estabilidad de su gestión frente al desgaste que sufre la dirección federal.
Diferencias entre PSC y PSOE: la tesis de Illa
Illa ha defendido con rotundidad la tesis de que el PSC opera como una formación autónoma, con su propia hoja de ruta política adaptada al contexto catalán, distinta de la línea marcada por Pedro Sánchez en Madrid. "Somos partidos diferentes", ha repetido, enfatizando que las dinámicas internas del PSOE no comprometen la integridad del PSC ni del Govern, que se rige por estándares de transparencia y rendición de cuentas propios.
El líder catalán ha recordado que el PSC ha impulsado medidas anticorrupción en Cataluña, como auditorías internas y protocolos de actuación, para garantizar que ninguna sombra afecte a la acción de gobierno. Esta postura responde también a presiones internas en el PSC, donde sectores moderados reclaman mayor independencia respecto a las decisiones de Ferraz.
Contexto de los escándalos en el PSOE
Los casos de corrupción que motivan las declaraciones de Illa incluyen investigaciones por presuntas adjudicaciones irregulares, financiamiento ilegal y tráfico de influencias que salpican a ex altos cargos y actuales dirigentes del PSOE en varias comunidades. Aunque Illa no ha detallado nombres específicos, su intervención se produce tras filtraciones periodísticas sobre sumarios que involucran a figuras del partid por todo el país, alimentando el debate sobre la regeneración interna.
El PSOE nacional ha respondido con la habitual defensa de presunción de inocencia y la promesa de colaboración con la Justicia, pero el eco en Cataluña ha sido inmediato. Illa, que ya distanció al PSC en temas como la amnistía o los pactos con independentistas, usa esta crisis para consolidar su perfil como líder pragmático y alejado de las polémicas centrales.
Implicaciones para la relación PSOE-PSC
La desmarcada posición de Illa podría tensar las relaciones entre el PSC y el PSOE, en un momento en que Sánchez depende del apoyo catalán para mantener su mayoría parlamentaria en el Congreso. Fuentes del PSC consultadas insisten en que no hay ruptura, sino una mera afirmación de la federación catalana como sujeto político soberano dentro del socialismo español.
No obstante, el mensaje de Illa envía una señal clara a la militancia catalana: el Govern priorizará su agenda social y económica, como vivienda asequible y sanidad, sin interferencias de los problemas madrileños. Analistas ven en esto un movimiento estratégico de Illa para posicionarse como alternativa viable en el socialismo español, más allá de las fronteras autonómicas.

