¿Un paso heroico o se quedará en cosmético? Los vocales progresistas del CGPJ comienzan a tantear posturas ante la propuesta de Álvaro Cuesta. Este consejero quiere abrir el debate de una dimisión en bloque que deje al CGPJ sin quorum y obligue a la clase política a renovar el órgano.
¿Qué se sabe de la reunión?
La idea no es nueva y cuando se debatió, también a propuesta de Cuesta, solo obtuvo 5 apoyos frente a los 8 necesarios.
Sin una actuación conjunta, dimisiones aisladas según creen algunos vocales, únicamente pueden debilitar aún más al bloque progresista frente a los 10 miembros del sector conservador. De ahí los recelos que ha despertado la renuncia por su cuenta de la vocal Sáez que será debatida en el pleno del 30 al igual que la acción coordinada que plantea Cuesta.
¿Qué podría suponer?
La salida de los 8 vocales progresistas podría desatar una nueva batalla interna, ya que algunas fuentes advierten de que el 'quorum' de 11 es discutible. Y ello porque la normativa establece que es de 10 vocales más el presidente, pero como Mozo es un presidente suplente podría interpretarse que con una decena de vocales es posible operar.
Actualmente, el CGPJ está formado por 18 vocales, 8 progresistas --incluido Mozo-- y 10 conservadores, dos menos de los que debería tener porque durante los cuatro años de interinidad del Consejo el vocal Rafael Fernández Valverde se jubiló y Victoria Cinto falleció, a lo que se suma la dimisión de Carlos Lesmes el pasado 9 de octubre para forzar un acuerdo político de renovación que sigue sin llegar.
La renuncia de Sáez, el detonante
Hasta el momento, Mozo tiene sobre la mesa la carta de renuncia que Sáez le envió el 13 de marzo y que tiene previsto abordar en el Pleno ordinario del próximo 30 de marzo para decidir si la acepta o la rechaza.
En la carta, a la que ha tenido acceso esta agencia de noticias, Sáez plantea su renuncia como "ineludible". En primer lugar, porque el CGPJ lleva caducado más de cuatro años.
Sáez explica que, "por un excesivo y quizá equivocado sentido de responsabilidad", ha venido "aguantando el transcurrir de los meses y de los años no sin inquietud ni incomodidad", pero que "en este momento resulta difícil pronosticar cuándo y cómo se resolverá esa larga crisis que tanta deslegitimación está provocando sobre la imagen de nuestro sistema judicial".
Además, la vocal señala a "la incapacidad de tomar determinadas decisiones en el ejercicio ordinario de las competencias de este órgano al tiempo que se clama por la recuperación de competencias impropias de un Consejo en funciones", algo que dice ha terminado por "agotar" su "paciencia".
"Estimo inútil jurídica y políticamente mi continuidad en este escenario de radical y puede que ya irreversible degradación de la institución", concluye Sáez, nombrada a propuesta de Izquierda Unida.
