Así lo ha señalado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha alertado de que si continúa el desafío independentista por parte de la Generalitat se pondría "en riesgo" la estabilidad económica en Cataluña y la creación de empleo.
"El 2018 debería ser un buen año para el crecimiento y el empleo, pero los acontecimientos que estamos viviendo nos hacen ser más prudentes. Si no hubiera una pronta solución, nos deberíamos ver obligados a una bajada de las expectativas de crecimiento para 2018", ha subrayado la vicepresidenta.
Sáenz de Santamaría ha recordado que las agencias de calificación están alertando a Cataluña de que la inestabilidad puede perjudicar su economía y de que la salida de empresas podría acabar llevándola a la recesión. "La Generalitat está creando todas las condiciones para sumir a Cataluña en una aguda desaceleración", ha advertido la vicepresidenta.
En este sentido, ha explicado que hay indicadores que alertan de este perjuicio, como la caída "dramática" del turismo en la región, con un descenso de las reservas hoteleras de entre un 20% y un 30%, así como la inversión, que ha retrocedido un 10% en el segundo trimestre en Cataluña, frente a un crecimiento superior al 13% en el resto de España. Además, la Marca Cataluña y la Marca Barcelona se están viendo perjudicadas por la situación, según Sáenz de Santamaría.
"La estabilidad política es una puerta de entrada a las inversiones, la riqueza y el bienestar económico. Cuando se instala la incertidumbre, los términos se invierten y la factura la pagan siempre los catalanes, las empresas y los trabajadores", ha subrayado la vicepresidenta, que ha añadido que la Generalitat está aún "a tiempo" de dar marcha atrás.