Por otra parte, este tribunal ha desestimado la petición de archivo de las actuaciones solicitada por las defensas de los cinco encarcelados por la supuesta violación de esta joven madrileña de 18 años durante los pasados sanfermines.
Las defensas alegaban que no existía en este procedimiento prueba de cargo suficiente contra los imputados, si bien la Audiencia Navarra recuerda en ese sentido que la existencia de indicios racionales de criminalidad ya fue considerada en el auto de procesamiento del 8 de agosto de 2016, confirmado por la Sección Primera el 16 de noviembre.
Según relata el juez instructor del caso en el auto de procesamiento, sobre las 3.00 horas del 7 de julio uno de los acusados inició una conversación con la joven en la Plaza del Castillo, antes de que él y sus cuatro amigos la acompañaran hacia el coche en donde ella tenía la intención de dormir.
En el camino, aprovechando que una vecina acababa de abrir un portal, agarraron a la joven por las muñecas y la obligaron a entrar, rodeándola.
Valiéndose de su superioridad física y de la imposibilidad de ella para solicitar auxilio u oponerse a sus pretensiones, la sujetaron y le obligaron a realizar varios actos sexuales, que fueron grabados por uno de los acusados con su teléfono móvil con el consentimiento de los demás.
Después se apoderaron del teléfono móvil que la víctima llevaba en su riñonera y abandonaron el portal dejando dos tarjetas de memoria del teléfono y la funda.
En cuanto pudo vestirse, la joven salió al exterior y se puso a llorar hasta que dos desconocidos la atendieron y llamaron a la policía cuando ella les dijo que había sido agredida sexualmente.
La víctima relató lo sucedido a los agentes de la Policía Municipal, a los que dio los datos identificativos de los autores, lo que permitió su localización horas después en la plaza de toros, a la finalización del encierro, y su posterior detención.