La convocatoria adelantada de elecciones en Cataluña ha generado un terremoto político que se ha dejado notar también a nivel nacional: poco después del anuncio del president Pere Aragonès, la ministra de Hacienda María Jesús Montero afirmó que la convocatoria "altera el tablero político", y por ello anunció que el Gobierno renunciará a negociar unos presupuestos para el año 2024, y que trabaja ya en unas cuentas para el año 2025.
Ante la dificultad que supondrá la negociación de unas nuevas cuentas - teniendo en cuenta la pugna electoral entre ERC y Junts y la incertidumbre sobre los resultados de las catalanas-, el Gobierno optará por seguir con los presupuestos del año 2023, que llevan prorrogados desde el pasado 1 de enero. ¿Qué supone esto para las cuentas del presente año? ¿Cómo fueron los presupuestos del año 2023?
¿Por qué se van a prorrogar las cuentas de 2023?
Tal y como marca el artículo 134 de la Constitución, cuando no se consigue aprobar una Ley de Presupuestos antes del primer día del año, entran automáticamente en vigor los últimos presupuestos prorrogados: el Congreso aprobó las cuentas del año 2023 el 24 de noviembre del año 2022, pues estas cuentas suelen elaborarse para ser aprobadas unos tres meses antes del final del año.
Con todo, la tardía investidura de Pedro Sánchez - en el mes de noviembre- hizo imposible iniciar las negociaciones para aprobar las cuentas del 2024 antes del final del 2023: ahora que el Gobierno ha renunciado a elaborar unas nuevas cuentas, se volverá a aplicar el gasto de 485.986 millones de años que contemplaban las cuentas del año 2023. Estos presupuestos supusieron un récord de gasto en las cuentas públicas, y supusieron un aumento del presupuesto del 5,9% con respecto a los presupuestos para el año 2022.
¿A cuánto ascienden los presupuestos de 2023?
Las cuentas del año 2023 contemplan una inversión de 190.687 millones de euros para el pago de las pensiones, y 66.457 millones de euros en transferencias a diferentes Comunidades Autónomas. En tercer lugar en nivel de gasto, se emplearon 25.970 millones de euros para pagar parte de la deuda pública española. Entre otras partidas, caben destacar los 25.970 millones de euros destinados a "servicios de carácter general", y 21.278 millones de euros para las prestaciones de desempleo.
Según indicó una nota de prensa de Moncloa tras la aprobación de las cuentas, estos presupuestos supusieron un gasto social de 274.445 millones de euros, contando con las ayudas y complementos recibidos de la Unión Europea. Estas cuentas también supusieron un incremento récord del gasto en Defensa - que se elevó hasta los 12.000 millones- y en otras carteras como Investigación y Desarrollo, Cultura, Fomento del Empleo y Justicia.
¿Estos presupuestos garantizan los gastos previstos?
Desde el Gobierno se muestran tranquilos con respecto al margen que ofrecen los presupuestos prorrogados para afrontar los gastos de este año fiscal: Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha afirmado que la prórroga no supondrá "ningún frenazo ni va a tener ningún impacto" en el Plan de Recuperación Europeo, si bien la Comisión Europea - que ha dado el visto bueno a la prórroga-, solicita una actualización presupuestaria que combata el déficit público en nuestro país.
La prórroga de las cuentas garantiza la subida de las pensiones, el incremento de las prestaciones por desempleo y la subida del sueldo de los funcionarios: sin embargo, se quedarían en el aire otras prestaciones extraordinarias acordadas por el Gobierno con diferentes fuerzas parlamentarias, como la condonación de la deuda autonómica. Tampoco será posible la renovación del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), que se emplea como índice para calcular el valor de diferentes ayudas y subvenciones.
Cabe destacar que esta no será la primera vez el Gobierno realiza sus gestiones con unas cuentas prorrogadas, pues hasta en 9 ocasiones se han ampliado un año más los presupuestos: en 1978, 1983, 1995, 2011, 2016, 2017 y 2018.
