Veinte religiosas, entre las que destaca su juventud (la mayor tiene 50 años y la más joven 20) llegaron hace ahora dos años con el encargo de recuperar el Santuario de la patrona de los alaveses. Desde entonces, no han dudado en ponerse tras la barra del bar y hacerse cargo del bar restaurante "Amaren Etxea" que atiende a los peregrinos. Este reportaje recoge sus historias.