La victoria más cómoda de la temporada implicó además la condena de la Sociedad Deportiva Logroñés, que poco creyó en sus opciones, y la salvación momentánea del Caudal de Mieres. La última alineación propuso una línea defensiva con Borja Valle en el lateral derecho una vez que el técnico consideró precipitada la reaparición de Yosu. Completaron la retaguardia Campillo, Portela y Álex. Hubo titularidad para el canterano Dani, pareja de Yebra en la medular, con Noguerol de enganche con Óscar Martínez. Iker Alegre y Javi Hernández se ocuparon del ataque por los flancos, y se asociaron en la primera aproximación con peligro. El asturiano le ganó la espalda al lateral de una defensa que Abadía tuvo que sujetar con alfileres. También se le derrumbó rápido el plan de ataque, ya que Olavarrieta cayó lesionado en su primer esfuerzo. Torres pasó a la referencia y Rojas se ocupó del enganche. El equipo riojano tomó el control tras el acelerón inicial del Ourense y a los 17 minutos tuvo su primera gran ocasión. Torres hizo equilibrios entre los centrales, el rechace le llegó a Del Puente y su disparo al ángulo se encontró con la mano de Pato.
En el portero del Ourense acabaron todos los intentos del Logroñés. El uruguayo volvió a estar fino en el saque en largo. Cada córner a favor del equipo visitante se transformaba en peligro en el área de Mandaluniz. En el 41, Iker Alegre achuchó en un balón largo a Mario con su portero fuera del área y el remate no tomó dirección de red por centímetros. El guardameta también tuvo que intervenir en un potente lanzamiento de falta desde la frontal del propio Iker, pero en el último minuto del primer tiempo se le acabó la buena mano. Noguerol impulsó una contra que acabó en el flanco de Iker, quien tras progresar sirvió el gol a Óscar Martínez.
La segunda parte comenzó con otra estrategia a favor del Logroñés y peligro en el contragolpe inmediato. De nuevo Iker Alegre le ganó la carrera a su par, pero el central llegó a tiempo para cortar el pase de gol que esperaba Óscar Martínez. El de Taboadela solo tuvo que esperar tres minutos para darse el gusto del doblete en una liga desdichada. Javi Hernández se abrió paso por la derecha y el nueve rojillo empujó el balón en el segundo palo a un metro de la línea.
El Logroñés estaba descendido al completarse su carambola fatídica con la victoria del Caudal sobre el Guijuelo y desde el banquillo buscaron la reacción sumando un delantero a cambio de un central. Antes Javi Hernández buscó su muesca en la culata con un libre directo que rozó el larguero. El portero le ganó la en la siguiente opción, un cara a cara del salmantino tras una dejada de Gustavo Souto, que acababa de darle el relevo a Óscar Martínez. Pato seguía sin noticias del rival. La debacle riojana se consumó en el 67, en un despeje defectuoso de Mandaluniz que Gustavo Souto transformó en el tercer gol del Ourense.
La victoria más holgada llegó con el telón. Maquillaje para unos números de gol nada edificantes. Torres intentó sacudirse la impotencia con un avance de fuerza por dentro, pero su disparo a media altura se fue al poste. Metola, que se anticipó a Pato en un saque de esquina, tuvo la siguiente ocasión. Con el marcador resuelto, solo dio tiempo a la reaparición de Yosu tras dos meses y otro bautismo de bronce, el del defensa Álex. O Couto despidió la liga con el drama ajeno. El propio continuará.
