Instituciones Penitenciarias investiga los vídeos difundidos a través de las redes sociales en los que se ve a siete presos de la cárcel de Monterroso, en Lugo, haciéndose tatuajes y tomando drogas. Por el momento, tratan de esclarecer si hubo "falta de celo profesional" por parte de los trabajadores de la prisión.
Desde Instituciones Penitenciarias se han mostrado "asombrados" ante estas sorprendentes imágenes, mientras que desde los sindicatos de prisiones aseguran que esto es fruto de la "falta de personal", por lo que han aprovechado para solicitar más plantilla y "más medios técnicos" que les permitan detectar objetos "prohibidos", como móviles y drogas.
Concretamente, desde la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) han confirmado que han puesto en marcha una investigación interna esclarecer "qué ha ocurrido" y han insistido en que en las cárceles "entran objetos prohibidos porque se escapan del control por falta de personal y de medios técnicos".
"No funcionan los inhibidores"
Los sindicatos inciden en que "no funcionan los inhibidores" dentro de los centros penitenciarios, por lo que "los móviles se convierten en objetos cotizados en prisión" porque, a pesar de estar prohibidos, "se puede hacer uso de ellos".
Por ello, sostienen que "es necesario que los inhibidores que se pusieron en su día funcionen" y hablan de la necesidad de más plantilla porque "el 90% son mayores de 50 años" y cada vez quedan "menos" por las jubilaciones.
Sin embargo, Instituciones Penitenciarias afirman que "los inhibidores funcionan", pero que solo funcionan en algunos casos porque "van por una frecuencia determinada".
Aún así, reconoce que los móviles sí son "bien preciado" dentro de las cárceles y recuerda que cada vez son más pequeños por lo que es más fácil meterlos sin que sean vistos.
Han abierto un expediente disciplinario a los presos
Por otra parte, los siete reclusos que aparecen en el vídeo han sido expedientados por Instituciones Penitenciarias. En las imágenes además de estar consumiendo pastillas y haciéndose tatuajes, los presos denuncian la situación dentro de la cárcel, "dos módulos, uno con diez tíos y otro con otros diez, dos guardias, más la de la noche, cobrando mil y pico pavos, trabajan 48 horas seguidas y luego descansan el resto de la semana", dicen.
Asimismo, el que graba prosigue diciendo: "Por aquí no hay ni Dios... La tele de mierda, los guardias ahí en la garita con el teléfono y la tele. Aquí el coleguita afilando ahí algo, y los colegas ahí tatuando para pasar el tiempo", mientras otro comenta: "Si queréis hacer un tatuaje, venid a Monterroso".
También reclaman que haya más actividades dentro del centro penitenciario, "en vez de hacer un curso, les cogen la máquina, les meten un parte y para aislamiento. Esa es la puta reinserción social que hay. Que venga un monitor y enseñen a tatuar", alegan.
