condena

Más de 20 años de cárcel para el criador de caballos de Torrent que mató a palos a un empleado

La sentencia impone al procesado la agravante de abuso de superioridad por la “conducta cruel, agresiva y abusiva” que desplegó contra la víctima

Nacho Reig

València | 22.11.2023 12:31

Fachada de la Ciudad de la Justicia de València
Fachada de la Ciudad de la Justicia de València | ICAV

La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a penas que suman 20 años y 10 meses de cárcel al criador de caballos que hace unos días fue juzgado por matar a golpes a un empleado en su finca de Torrent (Valencia) en agosto de 2021. La sentencia reconoce además que el fallecido trabajaba “en condiciones similares a la esclavitud” y que era vejado y humillado continuamente por el procesado.

El fallo recoge el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular al término del juicio. El condenado, además, deberá indemnizar con 100.000 euros a un hijo del fallecido. La sentencia impone al condenado la pena más alta posible de acuerdo con los delitos que se le imputaban al concurrir la agravante de abuso de superioridad por la “conducta cruel, agresiva y abusiva” que desplegó contra la víctima.

Se aprovechó de la situación de necesidad de su empleado

La magistrada que presidió el Tribunal considera probado que el acusado se aprovechó del estado de necesidad de la víctima, que era un reputado experto domador de caballos y entrenador de jinetes de doma clásica pero tenía una inhabilitación civil dictada por las autoridades portuguesas, para contratarle a mediados de 2008 sin firmar documento alguno. Aunque inicialmente pactó con él una remuneración de 1.500 euros al mes por su trabajo, el empresario fue reduciéndola con los años hasta dejarla en apenas 50 euros a la semana. De hecho, le acabó sometiendo a “condiciones similares a la esclavitud”, pues le obligaba a trabajar en cualquier momento de las 24 horas del día durante los siete días a la semana y solo le permitía abandonar la finca con él o en compañía de otro trabajador, tal y como recoge la resolución judicial.

Igualmente, con cualquier excusa, le gritaba, le golpeaba con lo que tuviera a mano, incluso con escobas o palos, causándole lesiones que el propio perjudicado se curaba con un aerosol desinfectante y cicatrizante para caballos, al tiempo que le vejaba y humillaba, llegando a ponerle un cartel de cartón en el pecho donde decía que era “un mentiroso y un hijo de puta” o haciéndole andar de rodillas por la finca si cometía algún fallo en el cuidado de los caballos.

El 27 de agosto de 2021, tras recriminarle la rotura de una llave de agua de las cuadras, comenzó a agredirle con un palo, aunque otro empleado que presenció el conflicto los separó. Unas horas más tarde, el acusado, consciente de que la víctima se hallaba indefensa y convaleciente por la agresión anterior, continuó golpeando al perjudicado con el palo, “conociendo que con la fuerza y forma empleada le podía causar la muerte”.

Cuando volvió de trabajar del campo, el otro empleado de la finca se encontró al agredido sentando en un banco, balbuceando y echando espuma por la boca, por lo que avisó al empresario, quien lo trasladó a un centro hospitalario, si bien ingresó ya cadáver a causa de los múltiples traumatismos. El acusado llegó a manifestar al personal sanitario que el fallecido era un vecino al que había encontrado inconsciente en un campo y proporcionó unos datos falsos para su identificación.