Hoy con Léleman venía pensando en… la gran victoria del Levante ante el Atleti. Que parece que los granotas le tienen tomada la medida a los de Simeone.
Tal vez llegue tarde, ojalá que no. Pero una victoria como la de ayer es de esas que te llenan de confianza. Y hasta pensaba anoche que al ser partido aplazado de la jornada 21 quizá si se hubiera jugado cuando tocaba y se hubiera conseguido esa victoria en el Wanda, los partidos ante el Cádiz, Getafe y Betis hubiesen sido bien distintos. Nunca lo sabremos.
Es verdad que el Atleti no está bien y que lleva una temporada bastante discreta. Pero sucede como siempre. Cuando se le gana a un equipo de los grandes, de los mediáticos siempre es por demérito suyo más que por mérito del rival. Sucedió ayer cuando le preguntaban a Alessio en la rueda de prensa. Y no. Ayer el Levante hizo el mejor partido de la temporada y se sobrepuso a toda esa dinámica negativa que venía arrastrando.
Ayer el Levante hizo lo que todo aficionado estaba esperando esta temporada: honrar su escudo. No fue solo el resultado, que también, como lo fue el grado de compromiso, intensidad, sacrificio y pelea que pusieron sobre el césped del Metropolitano. Ayer, además de la victoria a domicilio que se resistía más de diez meses, se consiguió mantener la portería a cero como el día del Mallorca. Ese día vino la primera de la temporada y pensamos que detrás vendrían muchas más. Pero no fue así. Ojalá esta vez todo sea distinto. Ojalá esta vez la victoria haya llegado al Levante… para quedarse…
