PSOE y Compromís rechazan en Elche incrementar el número de sueldos a los grupos municipales

El alcalde de Elche, Carlos González, ha reiterado este jueves el posicionamiento del equipo de gobierno de PSOE y Compromís per Elx de mantener en esta legislatura el mismo criterio acordado en el pasado mandato para la asignación del número de dedicaciones, tanto exclusivas como parciales. Esto es: todos los concejales del equipo de gobierno, que tienen competencias, disfrutaran de dedicación exclusiva, salvo renuncia expresa, mientras que a los grupos municipales de entre 1 y 3 concejales (Ciudadanos y VOX) se les asignará una dedicación completa y otra parcial, al tiempo que a las formaciones con entre 3 y 10 ediles (PP) les pertenecen dos dedicaciones exclusivas.

Desde el PP se está pidiendo un mayor número de sueldos pero el alcalde está negándose a ello. Lo hace argumentando que la situación no ha cambiando respecto a la pasada legislatura dado que los populares tienen el mismo número de concejales: nueve.

Además, Carlos González ha criticado que el portavoz municipal del PP, Pablo Ruz, solicite ahora un mayor número de dedicaciones exclusivas cuando en 2011, con gobierno popular presidido por Mercedes Alonso y del que formó parte el propio Ruz, al Grupo Socialista, entonces en la oposición y con once concejales, se le concedió tan sólo una dedicación exclusiva.

El regidor ilicitano ha incidido en que la situación es idéntica a la de la pasada legislatura de modo que ha defendido que se mantendrá el criterio de asignación de sueldos a los grupos municipales aprobado en 2015, que está determinado por el número de concejales de los mismos.

Elección de alcaldes pedáneos

Por otro lado, el alcalde de Elche ha reivindicado la legitimidad de la decisión adoptada de que los alcaldes pedáneos vuelvan a ser elegidos en esta legislatura directamente por el alcalde.

En la pasada legislatura, los alcaldes pedáneos fueron elegidos por los vecinos de los núcleos rurales, en una votación convocada expresamente para ese fin. Entonces, PSOE y Compromís no dudaron en calificar la iniciativa como un avance en la democratización de la figura del alcalde pedáneo.

Cuatro años después, y con las mismas formaciones políticas en el gobierno municipal, se da marcha atrás y se hace desaparecer ese avance de un plumazo, de modo que los alcaldes pedáneos serán de nuevo elegidos a dedo por el alcalde, tal y como establece la legislación, que es a lo que se agarra el equipo de gobierno para sustentar la legitimidad de la decisión.