Los trabajadores del centro de salud de Vinaròs se han concentrado a las 12.00 de este miércoles para pedir la construcción de un nuevo centro de salud, cuyo primer proyecto -según han indicado en un comunicado- se inició ha aproximadamente 20 años, y "ha pasado el tiempo y, por diferentes manos políticas de diferente signo, han desfilado un puñado de proyectos que a día de hoy siguen sin materializarse".
Según han explicado, "sistemáticamente, desde hace 15 años, nos vienen prometiendo a todos los profesionales y a la población general el inminente inicio de la construcción del nuevo centro, y a día de hoy, es evidente que lo único que pretendían era silenciar nuestras quejas".
Han recordado que en la última reunión con la Conselleria, las últimas noticias son que la finalización de la construcción se pospone a 2027, "cuando hace unos días se anunciaba a bombo y platillo la ampliación de las consultas externas del hospital y la ampliación del ya de por sí nuevo Centro de Salud Integrado de Benicarló".
Los trabajadores han subrayado que en los últimos días han trasladado sus quejas y su inquietud a la Gerencia y Dirección Médica del departamento de salud, donde han advertido una "comprensión y una actitud positiva" frente a sus reivindicaciones, "comprometiéndose a habilitar tres despachos para poder ser utilizados como consulta y la creación de una nueva prefabricada, así como intentar subsanar en la medida de lo posible los desperfectos del centro", algo que agradecen, pero -han asegurado- "no es suficiente".
Por consiguiente, creen que ha llegado el momento de que ese "silencio" que han mantenido hasta ahora se convierta en "ruido" y que expliquen los motivos de por qué la ciudad de Vinaròs "se merece un centro de salud nuevo".
En primer lugar, se han referido a las barreras arquitectónicas, señalando que para entrar al centro hay que subir 10 escaleras, "con el consiguiente trastorno para los carritos de los niños y para personas con movilidad reducida". "Hace unos años instalaron un ascensor para subir y librar esos escalones, donde caben 2-3 personas a duras penas, ascensor donde no cabe una camilla, con lo que cada vez que una ambulancia tiene que llevarse un paciente, tienen que bajar las escaleras a pulso, con el peligro que conlleva", han añadido.
FALTA DE ESPACIO
En segundo lugar, los trabajadores se quejan de la falta de espacio, con "profesionales compartiendo consultas y trabajando más tardes de las que le corresponden legalmente, haciendo que la palabra conciliación se convierta en una palabra vacía de contenido". Además, han destacado que algunas de las consultas están en el sótano "sin ningún tipo de luz natural y escasa ventilación" y, en el caso de enfermería, "incluso compartiendo consultas 3 profesionales".
Además, han señalado que el espacio asignado a urgencias es "minúsculo", donde "cada sala compite con las otras a ver cuál es más pequeña y cuál tiene menos intimidad, teniendo que hacer las extracciones de sangre en los pasillos". Los trabajadores también han denunciado que el mobiliario es viejo.
En tercer lugar, los trabajadores han resaltado que es un edificio antiguo, viejo, "con tuberías obsoletas que día sí, día también, provocan fugas de agua"; con goteras en el sótano y en las plantas superiores cuando llueve; con un sistema de ventilación "que es noticia cuando funciona correctamente"; con paredes con azulejos rotos; con muy poca luz natural y sensación permanente de penumbra, "teniendo que mantener todo el día las luces encendidas, con la impresión continua de tener las instalaciones sucias, a pesar de que el servicio de limpieza se afana diariamente para que tenga un aspecto digno".
Por todo ello, los trabajadores exigen una solución a todas estas carencias, la puesta en marcha de la construcción del nuevo centro en el menor breve espacio de tiempo posible y que "se deje ya de menospreciar a la población de Vinaròs y a los sanitarios que trabajamos en estas condiciones desde hace tantos años".
