indemnización de 80.000 euros por daños psicológicos

Cinco años y medio de cárcel para un un hombre que abusó sexualmente de su sobrino menor de edad en Castellón

El Tribunal le impone también una multa por exhibir a la víctima imágenes de contenido sexual explícito. La víctima sufrió secuelas psíquicas de baja autoestima y malestar emocional a consecuencia de los hechos, por lo que necesitó atención sanitaria.

Onda Cero Castellón

Castellón | 10.05.2024 12:23

Entrada a la Audiencia Provincial de Castellón.
Entrada a la Audiencia Provincial de Castellón. | Europa Press

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a cinco años y medio a un hombre que sometió a tocamientos y otras prácticas sexuales a su sobrino, cuando éste era menor de edad, en el apartamento familiar, en un municipio turístico de la provincia de Castellón.

La Sala le considera autor de un delito continuado de abuso sexual a menor, para el que contempla la atenuante de reparación del daño, después de que el penado consignara 80.000 euros en una cuenta judicial previamente a la celebración de la vista para hacer frente a la responsabilidad civil.

El condenado no podrá acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse por ningún medio con la víctima durante el tiempo que dure la condena. Tampoco podrá ejercer ninguna profesión relacionada con menores de edad durante cinco años, a partir del cumplimiento de la pena de cárcel.

La sentencia, dictada después de un acuerdo de conformidad entre las partes por la que la acusación y la defensa presentaron una calificación conjunta, contempla una indemnización de 80.000 euros por los daños psicológicos que sufrió el menor y el impacto negativo que provocaron los abusos en su desarrollo personal.

Igualmente, recoge una segunda pena para el reo consistente en una multa de 1.086 euros, por un delito de exhibición de material pornográfico, pues mostró en un ordenador a su sobrino imágenes de contenido sexual explícito. Los hechos ocurrieron en los meses de verano desde el 2016, cuando el niño tenía entre 8 y 9 años, y hasta el 2020, en los meses en los que el acusado pasó junto a su sobrino en el apartamento familiar.

La víctima sufrió secuelas psíquicas de baja autoestima y malestar emocional a consecuencia de los hechos, por lo que necesitó atención sanitaria.