La Plaza de Portugalete ha acogido hoy, justo enfrente de la Iglesia de La Antigua, al monumento al cofrade con una altura máxima de dos metros y medio y cerca de 800 kilos de peso.
Un acto que debería haberse convertido en uno de los puntos fundamentales de la pasada Semana Santa y que, debido a la cancelación de las celebraciones por el coronavirus, se tuvo que retrasar en el tiempo.
En Más de Uno Valladolid, el autor de la obra, Óscar Alvariño ha explicado que la escultura en bronce fundido a la cera perdida, representa a una niña cofrade en el momento en el que enciende el hachón a un hermano cofrade que cubre su rostro con el capirote.
Además, Albariño ya cuenta con otros dos monumentos públicos en la provincia de Valladolid: el Toro de la Vega en Tordesillas y el Homenaje al Hermano Antonio en Nava del Rey.