Como un jarro de agua fría. Así es como ha sentado en los ayuntamientos la decisión del Tribunal Constitucional de anular el impuesto de plusvalía. En unas administraciones municipales, ya de por sí, con déficit de recaudación, este hecho ha hecho saltar las alarmas en los consistorios que ven como pierden uno de sus activos a la hora de recaudar dinero. En el caso del Ayuntamiento de Palencia la decisión del Tribunal Constitucional es aún más preocupante ya que no deja tiempo a la reacción al ser aprobadas mañana en pleno las ordenanzas del próximo año sin posibilidad de compensar la pérdida de este impuesto con alguna subida en otra ordenanza.
En palabras del alcalde de Palencia, Mario Simón, este año se prevé recaudar 400.000 de los 700.000 euros inicialmente presupuestados por plusvalías. El regidor municipal asegura que la nulidad del impuesto de plusvalías obligará a modificar el Presupuesto del próximo año. Simón tiene claro que cuando se reduce una vía de financiación municipal es necesario que el Gobierno de una financiación adicional que lo compense.
Por su parte, la presidenta de la Federación regional de Municipios y provincias y presidenta de la diputación de Palencia, Angeles Armisén, a la espera de conocer más en detalle las repercusiones de la sentencia, afirma que la medida llega para sumar más incertidumbre en los ayuntamientos y más problemas a la hora de elaborar sus presupuestos. Armisén pide al gobierno más certeza y seguridad jurídica para las entidades locales a la hora de poder gestionar sus recursos económicos.
Una situación de incertidumbre que se suma, según Ángeles Armisén, a la generada el lunes por el gobernador del Banco de España que apuntaba a una reducción de la estimación de crecimiento que refleja el borrador de presupuestos generales del estado.
