En declaraciones a los medios antes de asistir al acto, García-Page ha considerado que este papel de la monarquía "ya es mucho, porque muchas otras instituciones realmente no lo cumplen como debiera ser", afirmando que la institución "establece además un equilibrio en el que se pueden sentir cómodos la inmensa mayoría de los españoles".
"Hoy como nunca la monarquía es la garantía de nuestro sistema democrático", ha aseverado, incidiendo en que actos como este tratan "literalmente de aceptar lo que en su día refrendó masivamente el pueblo español en la Constitución del 78".
"Cuando el rey Juan Carlos, el abuelo de la princesa de Asturias, asumió el trono justo incluso antes de acabar la dictadura, contaba con un escepticismo, cuando no con el rechazo, del 80% de la población. Todo eran dudas, todo eran interrogantes y sin embargo ya vamos por la tercera generación democrática de la monarquía constitucional", ha añadido.
En su opinión, acudir a este acto simbólico "no es tanto un acto de lealtad, que también, pero no tiene por qué serlo, es un acto sobre todo de sentido común, de sentido de país y de un pueblo que se aprecia a sí mismo, respetando sus propias normas".
A este respecto, ha recordado que el actual rey Felipe VI "no lo ha tenido fácil" porque entró al trono "en una situación y en una coyuntura de baja popularidad de la monarquía", afirmando que "ha recuperado una parte muy importante del espacio institucional y de respetabilidad que tenía la monarquía".
"Está cumpliendo, creo que sinceramente con mucho sentido común y con muy buena actitud, muy buen talante, su papel constitucional y creo por la princesa de Asturias, por la sensación que tengo cuando he tenido ocasión de estar con ella, que es una mujer de su tiempo y que además es plenamente consciente ya a sus 18 años del papel que seguramente le va a tocar".
Así, ha vaticinado que Leonor "va a tener que emplearse a fondo en el futuro". "Pero yo creo que tiene carácter. Mi impresión es que tiene carácter, tiene madera para entender", ha apostillado.
