Durante esas dos horas, los feriantes tendrán sus atracciones abiertas con las luces mínimas, sin destellos e intermitencias, y sin música para que todas las personas con problemas de TEA o similares, puedan venir al ferial con normalidad.
Así se conseguirá una feria inclusiva, para todo el mundo, en la que los menores podrán disfrutar, como cualquier otro niño, de las atracciones y del ambiente del recinto ferial.
Los feriantes recomiendan “visitar la feria estás dos horas especiales y disfrutar la experiencia”.