La central térmica de Es Murterar cierra sus dos unidades más contaminantes
El Govern asegura que la clausura de estas unidades no afectará al suministro eléctrico de Mallorca.
Las unidades uno y dos de la central térmica de Es Murterar (Alcúdia), las más contaminantes, han cesado este lunes su actividad, según han informado desde el Govern, que ha explicado también que esto no afectará el suministro energético de Mallorca.
Según han explicado desde la Conselleria de Transición Energética y Sectores Productivos, el cierre se realiza en base al acuerdo adquirido entre el Govern, el Gobierno central y Endesa, en febrero de 2019. Con esto, arranca el proceso de descarbonización de Baleares.
La Conselleria explica que este proceso debe culminar antes de 2050, cuando la energía producida en la comunidad autónoma sea cien por cien limpia, según establece la Ley 10/2019, de 22 de febrero, de cambio climático y transición energética.
A partir de ahora y hasta el mes de agosto de 2021, los grupos que quedan operativos en Es Murterar tan solo podrán funcionar un máximo de 1.500 horas al año.
Después, este cómputo de horas quedará reducido a 500 horas anuales hasta el cierre definitivo de la central. Esto será hasta que entre en funcionamiento el segundo enlace entre Mallorca y la Península, que se espera que se apruebe en la planificación energética 2021-2026.
El vicepresidente y conseller de Transición Energética y Sectores Productivos, Juan Pedro Yllanes, ha asegurado que "con el cierre de las dos unidades más contaminantes" de Es Murterar, "las que funcionaban con carbón, se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes".
Tras el cierre, se reforzará el funcionamiento de las centrales de Son Reus y Cas Tresorer. Estas dos infraestructuras funcionan con gas natural, un combustible menos contaminante que el carbón.
Hasta ahora, la actividad de Es Murterar ha sido responsable del 29% de las emisiones de Baleares y de un 65% de todo el sector eléctrico de la comunidad. El cierre parcial implicará, en cambio, una reducción total del 10% de las emisiones de CO2 de las Islas y un 27% de las de todo el sector eléctrico balear.