Estudio de la UIB

La actividad del puerto Palma no explica por sí sola la contaminación del aire y el ruido de la zona

Proyecto de innovación para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

ondacero.es

Illes Balears | 19.07.2018 09:58

Imagen aérea del puerto de Palma
Imagen aérea del puerto de Palma | Autoritat Portuària de Balears

Un estudio de la UIB concluye que no existe una "correlación clara" entre todas las actividades del puerto de Palma y los niveles de contaminación por ruido y partículas medidos del aire de la zona.

La Universidad ha analizado datos de ruido y partículas desde septiembre de 2017 hasta abril de 2018 y afirma que la actividad portuaria "no explica por sí sola" los niveles de ruido y partículas PM10 presentes en el aire.

La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) y la UIB han presentado las primeras conclusiones del proyecto SmartSensPort-Palma, que quiere evaluar la viabilidad del seguimiento de variables de contaminación ambiental con dispositivos de bajo coste.

Los datos recogidos a través de la nueva red de sensores instalados en el puerto de Palma se han analizado y se ha valorado la correlación entre la actividad portuaria y la contribución al nivel de contaminación ambiental de la zona a través de la monitorización temporal del nivel de ruido, la concentración de partículas y la concentración de gases.

El comportamiento de estas variables, según el estudio, no coincide con el comportamiento de todos los tipos de actividades identificadas, entendida esta actividad como el número de horas que un barco permanece en el puerto.

Por tipos de barco, sólo la actividad de los ferrys muestra una correlación "relativamente elevada" con la concentración de partículas PM10 en suspensión en el aire.

Los investigadores de la UIB señalan la necesidad de estudiar también otros factores que puedan explicar mejor la correlación con la contaminación ambiental, así como ampliar el estudio a los gases y poder establecer un modelo de comportamiento que permita extraer conclusiones causa-efecto.

Las principales conclusiones de este proyecto piloto son, en primer lugar, que las redes de sensores de bajo coste, a pesar de la baja resolución, son una alternativa con mucho potencial para monitorizar puertos y tomar decisiones basadas en datos.

En segundo lugar, no se ha detectado ninguna "vinculación clara" entre la actividad portuaria y los datos de contaminación ambiental recogidas.

Finamente, es "necesario continuar monitoreando" los datos para poder pasar del análisis correlacional al análisis causal.

SmartSensPort-Palma es un proyecto de innovación en el que colaboran la Autoridad Portuaria de Baleares, la Universidad de las Islas Baleares y la empresa MallorcaWifi, para estudiar y diseñar una red inteligente de sensores de bajo coste que permita monitorizar la contaminación ambiental del puerto, con el objetivo final de tomar decisiones basadas en el conocimiento que puedan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Este proyecto nace en el año 2016 a iniciativa de la APB, aprovechando el convenio marco de colaboración ya existente para encargar a la UIB la definición e implantación de una red de sensores que permitiera la identificación de focos contaminantes en los puertos de las Baleares.

Con esta monitorización se obtendrían datos cada pocos minutos, lo que permitiría correlacionarlas con la información de la actividad portuaria.

Según la información recogida durante este periodo, las horas de máxima actividad en el puerto son entre las 6 y las 11 horas y los días de la semana con mayor actividad son el sábado y el martes.

Por tipo de barco, el grupo más numeroso es el de ferrys, tanto en cuanto a número total de barcos como a número de horas-barco atracado en el puerto.

Del 1 de septiembre de 2017 al 30 de junio de 2018 han hecho escala en el puerto de Palma un total de 2.750 barcos, de que 435 han sido cruceros, cifra que representa un 15,8 % del número total.

En general, la evolución de las PM10 y del ruido es que presentan un incremento durante el día y un descenso durante la noche, que no coinciden con la evolución de la actividad en horas-barco en el puerto.

Por lo tanto, la presencia de barcos en el puerto no permite explicar una parte importante del impacto sonoro o de materia particulada medida, por lo que se deben buscar otros factores, señala este informe de la UIB.