El Govern balear prepara una ley que prohibirá la venta de vapeadores y bebidas energéticas a menores de 18 años. La iniciativa, que se encuentra todavía en una fase “embrionaria”, no será una realidad inmediata, pero pretende sentar las bases para una regulación más estricta de estos productos entre niños y adolescentes.
Así lo ha anunciado la consellera de Salud, Manuela García, durante una rueda de prensa, al ser preguntada por la posibilidad de que Baleares siga el ejemplo de Galicia, donde esta misma semana se ha aprobado una normativa en este sentido. Según ha explicado, la futura norma se articulará a través de una Ley de Adicciones y contemplará la equiparación de los vapeadores a la regulación estatal del tabaco, ya que actualmente pueden adquirirse “en quioscos y tiendas de chucherías”.
García ha advertido de que la incorporación de saborizantes como menta o fresa contribuye a que los cigarrillos electrónicos se perciban como productos “inocuos”, cuando “no lo son en absoluto”. En el caso de las bebidas energéticas, el objetivo es restringir directamente su consumo entre los menores de edad.
Estas declaraciones se han producido durante la presentación de una campaña de sensibilización impulsada por el Govern para alertar de los efectos del consumo de vapeadores y bebidas energéticas en la infancia y la adolescencia. En el acto también han participado la consellera de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, Sandra Fernández, y la directora de la Oficina Balear de la Infancia y la Adolescencia (OBIA), Esther Balaguer.
La campaña, puesta en marcha este lunes, se difundirá a través de piezas audiovisuales en redes sociales y medios de comunicación, además del envío de carteles informativos a los centros educativos. En uno de los vídeos se alerta de que los vapeadores contienen sustancias como disolventes, detergentes e incluso insecticidas, y se advierte del riesgo de padecer Evali, una enfermedad pulmonar grave que puede ser mortal.
En cuanto a las bebidas energéticas, el Govern ha subrayado que su consumo reduce la concentración, afecta a la salud mental y, mezclado con alcohol, incrementa notablemente su peligrosidad. Balaguer ha señalado que estas conductas de riesgo aparecen “cada vez más pronto” y forman parte del “día a día” de muchos jóvenes, con efectos perjudiciales en su desarrollo.
Por su parte, Fernández ha insistido en que la campaña se centra en la prevención, ya que estos productos están “socialmente aceptados” y su normalización supone uno de los principales riesgos. “Es necesario intervenir de manera específica antes de que estas conductas se consoliden”, ha afirmado, remarcando que “la prevención es mejor que la intervención”.
García ha destacado que la campaña se basa en la evidencia científica y en el asesoramiento de especialistas como neumólogos, endocrinos y nutricionistas. Asimismo, ha recordado que, según la encuesta Estudes, ha disminuido el consumo de tabaco, alcohol y cannabis entre los adolescentes, aunque ha alertado de que los vapeadores suelen ser la puerta de entrada al tabaquismo y que ya se han producido los primeros ingresos hospitalarios relacionados con su uso.
Respecto a las bebidas energéticas, la consellera ha advertido de que su consumo equivale a un ejercicio físico intenso y puede provocar arritmias malignas, infartos y alteraciones del sueño, del comportamiento y de la salud psicológica y cardiovascular.
La campaña se enmarca en la estrategia del Govern para abordar las adicciones como un problema de salud pública en Baleares y refuerza la necesidad, según García, de actuar desde la infancia para prevenir sus consecuencias a largo plazo.

