Álvaro Sanz no habla de subir los impuestos, pero sí de justicia fiscal, bajándolos para quienes menos tienen y subiéndolos para las economías más acomodadas. Según sus cuentas, la reforma fiscal planteada por el cuatripartito tiene un impacto similar para las rentas de 10.000 euros, que dejan de aportar 50 euros al sistema, que las de 90.000, que se ahorran 42 euros.
Desde IU proponen un canon eólico a las renovables o recuperar las bonificaciones que se están aplicando en sucesiones y donaciones, que suponen 307 millones que dejan de entrar en las arcas autonómicas.
En materia laboral, Sanz defiende el contrato de 32 horas porque es necesario trabajar menos para vivir mejor y trabajar todos, y critica las alfombras rojas para empresas a las que se les inyecta 795 millones de euros sin ponerles ninguna condición a cambio. Considera que hay que proteger las pequeñas explotaciones y evitar la instalación de macrogranjas que están desplazando a los pequeños agricultores y ganaderos.
En la actual situación de Sequía, el candidato de Izquierda Unida recuerda que el Pacto del Agua se debería haber revisado en la presente legislatura, garantizando el abastecimiento, la reducción de los consumos en algunos sectores y la priorización de la agricultura social y familiar.
Sobre sus aspiraciones electorales, ha subrayado que Izquierda Unida se presenta para formar parte de un gobierno progresista, algo que rechazó hace cuatro años.
