Ante tales hechos y tras una primera asistencia sanitaria en un hospital del municipio, se procedió a la activación del protocolo para delitos violentos y sexuales por parte de la Policía Nacional, realizando las comunicaciones pertinentes, entre ellas, su notificación al Médico Forense al objeto de que procediese a examinar a la víctima.
Una vez trasladada a dependencias policiales, se procedió a la toma de declaración de la agredida, manifestando ésta que quedó con uno de los implicados para que le facilitara una medicación y que con el pretexto de que la medicación la tenía en casa de un amigo pasaron a recogerla en un vehículo para llevarla al domicilio de éste.
Una vez en el lugar, los detenidos la obligaron a beber y aprovechando su estado de embriaguez, comenzaron a insultarla, vejarla y a agredirla sexualmente. Tras las investigaciones realizadas por los agentes especializados en este tipo de delitos, se logró identificar a los autores de los hechos, estableciendo horas más tardes, un dispositivo de localización que terminó con la detención de los mismos.