El río Guadaíra en Arahal está en aviso rojo, aunque gracias a que no ha llovido en las últimas horas, nos dicen desde el ayuntamiento que la situación está "controlada".
Solo se han producido desbordamientos en la parte rústica del municipio por el que pasa también el arroyo Saladillo. Éste sí ha provocado desbordamientos lo que ha obligado a cortar caminos y vías pecuarias de acceso a Arahal, así como algunas entradas a parcelas agrarias.
Desde el ayuntamiento de Arahal se pide a los vecinos que "eviten pasar por los caminos que estén cercanos al cauce" y hacen un llamamiento a la "tranquilidad" porque "no hay peligro para la población".
En aviso rojo ha estado también hasta hace unos minutos el río Corbones a su paso por Lora del Río y ahora ha pasado a aviso naranja. Después de todo lo que ha llovido y la situación en la que se encuentra la presa de Peñaflor, que está con un caudal de 900 metros cúbicos por segundo, hace que los loreños tengan que empezar a mirar al río.
Está a 27 metros sobre el nivel del mar lo que ha obligado a activar el plan de emergencia en su fase de prealerta por lo que ya se han "preparado y comprobado" que todas las medidas de seguridad funcionan a la perfección.
También los vecinos de Aznalcázar miran con mucha atención a la crecida del río Guadiamar que está en aviso de vigilancia, es decir, en color naranja. Ahora mismo el caudal del río baja con mucha fuerza por lo que en las próximas horas podría pasar a color rojo.
Según nos ha contado su alcaldesa Manuela Cabello, es algo que "ocurre cada vez que llueve con intensidad" durante muchos días seguidos. "No hay peligro para la población, pero el agua podría llegar a anegar algunas fincas" ha asegurado por lo que ha pedido "prudencia" sobre todo a esos curiosos que no conocen la zona y que se suelen acercar a ver este espectáculo de la naturaleza.
Con aviso amarillo, es decir, en seguimiento está el río Viar a su paso por esta pedanía de Alcalá del Río y el Guadiamar a su paso por El Guijo.
REUNIÓN DE LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADALQUIVIR
Pero a pesar de esta situación, los embalses de la Cuenca del Guadalquivir tienen un déficit de 1.000 hectómetros cúbicos.
En la mañana de este martes se ha reunido la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y se han aplazado al mes de abril para celebrar una segunda reunión para saber si habrá más agua para los regantes que ahora mismo tienen asegurado el 30% de la dotación.
Según la confederación "hay que esperar a ver cómo se desarrolla la primavera para ver si esa dotación se puede incrementar", apuntan que faltan "400 hectómetros cúbicos" y la previsión a corto plazo es que se "llegue".
A día de hoy con lo que hay en los embalses, hay asegurados casi 2.000 metros cúbicos por hectárea.