Jordi Alba es el segundo de los capitanes en llegar a un acuerdo con el FC Barcelona para bajarse el sueldo, como ya hizo en su día Gerard Piqué. El central se rebajó el sueldo antes del inicio de temporada, lo que permitió que la entidad pudiese inscribir a Eric García y a Memphis Depay en LaLiga.
El lateral izquierdo ha aceptado una rebaja salarial del 25% y además ha pactado diferir una parte del salario de su contrato, que finaliza en 2024. Otra nueva demostración de compromiso con el club, que está atravesando una grave crisis económica, como reconoció su presidente, Joan Laporta, quien anunció una deuda de 1.350 millones y un patrimonio neto negativo de 451.
Jordi Alba siempre ha mostrado su disposición para llegar a un acuerdo con el Barça porque entendía "los momentos complicados" que atravesaba la entidad. Por eso se mostró "dolido" tras los pitos que recibió durante el primer partido de liga contra la Real Sociedad en el Camp Nou y explicó en zona mixta después del encuentro que no se había bajado el sueldo, como sí lo había hecho Piqué en ese momento, porque el club aún no se lo había pedido.
"Han salido noticias mías desde hace mucho tiempo, hasta de antes de la Eurocopa, y a mí nadie del club me había dicho nada en este sentido hasta hace unas semanas. Mi predisposición siempre ha sido ayudar al club y quiero al Barça. Nadie tiene que dudar de mí. Estaría bien que le preguntarais al presidente", dijo el internacional de 32 años.
Busquets y Sergi Roberto, los siguientes
La entidad azulgrana sigue negociando con los otros dos capitanes Sergio Busquets y Sergi Roberto, en busca de un acuerdo que tampoco tardará en llegar ya que ambos también han mostrado su disposición de rebajarse el sueldo. Estas reducciones salariales permitirán al Barça inscribir al último de los fichajes, Sergio Agüero. El argentino se lesionó y no volverá hasta octubre, motivo por el que no había prisa para su inscripción.
