Con Juan Carlos Navarro mermado -el capitán del conjunto azulgrana no pudo acabar el partido de ayer al sentir un pinchazo en la planta del pie derecho- el concurso de Hezonja se antoja aun más decisivo si el Barça quiere llevar la serie al Palau con verdaderas opciones de retener el título.
El joven talento croata fue el mejor de los suyos en el primer partido, con 18 puntos anotados (5 de 6 en triples) y un 23 de valoración. Él solo estuvo a punto da darle la vuelta a un choque en el que el Barcelona fue siempre a remolque y que acabó cediendo por 78-72.
Con Navarro lesionado y Abrines y Oleson en horas bajas, el perímetro del Barça pasa por Hezonja, que desea convertirse en el protagonista de una final ACB antes de probar fortuna en el 'draft' de la NBA.
De su duelo con Rudy Fernández pasarán parte e las opciones de los catalanes en este segundo partido contra el Real Madrid, aunque no todas.
La batalla de bases (Huertas y Satorasnky contra Sergio Rodríguez y Sergio Llull) volverá a ser decisiva. En cuanto al juego interior, el Barcelona necesitará mañana con urgencia del mejor Tomic, que ayer acabó con un pobre balance de 2 puntos y 4 rebotes.
Sin la presencia de Tomic en ataque, bien secundado por Lampe y Pleiss, los catalanes pierden mucha fuerza en la pintura, donde Felipe Reyes y Ayón han impuesto su ley durante buen parte de la temporada.
No permitir que el conjunto blanco se escape en el marcador y aprender a sobreponerse a los momentos difíciles que sufra como visitante, algo que al equipo de Xavi Pascual le está costando mucho lograr esta temporada, serán otras de las claves para poder ganar el partido.
Esta será la octava vez que Barça y Madrid se enfrenten esta temporada. De momento, el balance se decanta claramente hacia el equipo de Pablo Laso (5-2), aunque ni unos ni otros han sido capaces de ganar a domicilio esta campaña.
Parece que el actual campeón de la Euroliga, la Supercopa y la Copa del Rey le tiene tomada la medida al eterno rival. Y en el primer partido, sin hacer una gran actuación, logró doblegar a un Barça que nunca pareció creerse que podía dar la campanada en el Palacio de la Comunidad de Madrid.