Madrid | 08.06.2017 18:21
Virginia Mendoza nos cuenta la historia de una anciana que vivía sola en una aldea de Soria, a la que ha querido ocultar por su seguridad. Relata que cada vez que esta ha abandonado el pueblo “alguien se ha enterado de alguna manera y le han destrozado la casa”, y recalca la dificultad de acceder al domicilio, ya que "para llegar hay que hacer un camino de una hora a pie".
Hablan de la influencia que ha tenido la dictadura de Franco en la muerte cultural de la España rural, y Mendoza subraya la contradicción del discurso del dictador en este asunto, que "hablaba de paliar la despoblación plantando pinos, pero así forzaba a esa gente a dejar su terreno".
Dicen que la primera señal de que un pueblo quedara desolado es cuando desaparece la escuela o el bar. De Molino considera que "por no cerrar la escuela a veces se mantienen colegios muy precarios" y destaca el debate de si esta situación realmente merece la pena para los niños.