Juicio del procés

El exministro, mandos, policías y guardias civiles contaron en el juicio la pasividad de los Mossos d'Esquadra y cómo vigilaron los movimientos de estas Fuerzas de Seguridad.

Los acusados por el desafío soberanista de octubre de 2017 reconocieron sin sonrojo durante el juicio que fueron advertidos por el Tribunal Constitucional hasta en "múltiples ocasiones", pero continuaron amparándose en que no era delito.

Los testigos negaron la figura de los observadores internacionales y hablaron con muy poca memoria sobre los gastos de publicidad y papeletas. Según ellos, todo lo encargó un misterioso Toni, pero nadie preguntaba y las facturas nunca se pagaron.

Durante el juicio del 'procés', se exhibieron diferentes estractos de grabaciones durante la fase documental en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo. En ellas, se escucharon muchos minutos de cánticos de paz, pero también de insultos y amenazas.

Los abogados de los acusados pusieron en en duda la violencia al ningunear lo narrado por los policías y sostuvieron que las movilizaciones fueron ejemplares.

Exprimiento el ingenio y en su afán por minimizar la violencia, las defensas lanzaron en los interrogatorios algunas preguntas trampa y otras que rozaron el ridículo.

Los votantes describen el día más importante de sus vidas como "pacífico" en medio de una "desproporcionada" violencia policial.

Policías y guardias civiles cuentan el odio que les rodeó. Patadas, lanzamiento de piedras, resistencia activa en los colegios, durante el 1-O. Se defienden diciendo que la respuesta policial fue proporcionada y cumplieron las órdenes mientras describen los escraches a los cuarteles y todo tipo de insultos.

La Fiscalía acusa de rebelión porque afirma que hubo un golpe de estado y violencia, mientras que la Abogacía del Estado ve una sedición y Vox pide una condena ejemplarizante.

Montaje de los discursos en clave política -más que de defensa penal- de los principales acusados del banquillo en su turno de última palabra.