El tintero

Carlos Alsina nos cuenta la historia de una fotografía, del periodista que la vio y de un adolescente que 70 años antes había enviado una carta a un programa de radio. El programa se llama 'Un deseo de corazón' y en la carta, Robert Earl Hughes, el joven decía que pesaba 340 kilos y su deseo era tener un transistor y una cámara para poder hacer fotos cuando pudiera viajar. Le anunciaban como el hombre más gordo del mundo y el periodista le reconoció en una fotografía porque le había visto también en el libro guinnes de los récords. Este periodista empezó a indagar sobre la vida de este hombre y además de ser el hombre más gordo era también inteligente y cómo con 16 años empezó a visitarle gente y se convirtió en un personaje famoso.

Carlos Alsina nos cuenta en Más de uno la historia de una carta. Y de un médico que llora al leerla.

En la primavera de 1977, en la Argentina de la represión, la pareja Gerchunoff y sus cinco hijos: Beatriz, Roberto, Luis, Ana y Nora se ven obligados a esconder su biblioteca tras el tabique de una de sus paredes, debido a la persecución que sufría por parte de la dictadura militar el padre de la misma: abogado laboralista "defensor de obreros" y comunista. Pasaron más de 30 años hasta que Neruda, Marx y 'El principito', entre otros, regresaron a la vida de entre el cemento.

Carlos Alsina nos cuenta la historia de Paloma Noyola, una niña mexicana que paso de ser una celebridad para sus compatriotas a una decepción nacional, sin que ella pidiera ser ni una cosa ni la otra. La revista Wired puso en la portada de su edición de hace unos años la fotografía de Paloma Marlene Noyola Bueno con el títular: “The Next Steve Jobs”, gracias a su destreza en matemáticas. Desde la publicación del artículo, Paloma se convirtió en toda una estrella en su país hasta que suspendió el examen del Concurso Nacional de Cálculo Mental del Campus Ciudad de México del Tecnológico de Monterrey y pasó a ser una decepción nacional en México. Recientemente, Paloma ha declarado haber superado bien aquel hecho y afirmó haberlo pasado mal durante esa época.

A Matt Stopera le robaron su iPhone en un restaurante de Nueva York. Tiempo después descubrió que se encontraba en China, gracias a la ayuda de miles de internautas consiguió contactar con su nuevo propietario e invitado por el mismo viajó hasta el país oriental para conocerlo. Una vez allí, se fraguó una bonita y profunda amistad entre los dos que demuestra la importancia del azar en nuestras vidas y lo imprevisibles que pueden ser las consecuencias de nuestros actos.

Evie Prichard es una joven que sufre prosopagnosia, una enfermedad que le impide identificar las caras de la gente. En una entrevista a la BBC, recuerda que a los 19 años no pudo reconocer la cara de su ex novio, incluso pasó sin percatarse al lado de su propia madre porque se había alisado el pelo. La misma enfermedad la sufría el 'profesor P.' que llegó a confundir a su mujer con un sombrero.

Carlos Alsina cuenta la historia de la inteligencia del caballo Hans, que fue muy famoso por su inteligencia a principios del siglo XX en Alemania. Hace especial hincapié en todo lo que era capaz de hacer y comenta cómo fue ese momento en el que se descubrieron sus capacidades reales.

Carlos Alsina cuenta la historia de Rachel Luehrs, una mujer americana que sufre la enfermedad de la retinosis, pero que intenta llevarla con el mayor humor posible. De hecho, por sus problemas de visión suele perderse o meterse en líos, una situación que aprovecha para después contarlo y hacer reír a mucha gente.

Carlos Alsina cuenta varias historias similares que demuestran el calvario que viven los negros albinos en Malaui. Allí, por falta de cultura, se cree que los albinos son valiosa materia prima porque tienen oro en sus huesos. Eso provoca que haya numerosos secuestros para matarlos y poder vender tanto sus huesos como sus órganos.

Carlos Alsina nos cuenta la historia de Luz Aída, una niña de 13 años que fue secuestrada por guerrilleros una mañana cuando iba a clase. No era la primera vez que la familia vivía eso, pues una tía de Luz Aída fue secuestrada con la misma edad nueve años antes. Apenas un mes más tarde los padres recibieron una carta que anunciaba que ambas habían fallecido empuñando sus armas. Como Luz Aída, hay 15.000 menos desaparecidos y muertos por Colombia que patólogos y forenses intentan identificar para comparar con el ADN de las familias.