Miles de ciudadanos que necesitan obtener el carnet de conducir se ven atrapados, actualmente, en largas listas de espera para el examen práctico. En algunas provincias, los aspirantes deben esperar hasta seis meses para poder examinarse, lo que genera frustración, sobrecostes, más clases para no perder práctica, y desigualdades territoriales.
El problema es que faltan examinadores, entre 250 y 300, según la Confederación Nacional de Autoescuelas, que advierte además que en los últimos diez años, han tenido que cerrar más de mil cuatrocientas autoescuelas porque no pueden planificar el trabajo ni aceptar alumnos, pese a tener capacidad para ello, porque no saben cuándo tendrán un examinador para la prueba práctica.
En Por fin hablamos sobre esta problemática con Enrique Lorca, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas. "El diagnóstico es pesimista, llueve sobre mojado, es un problema que sufrimos desde hace muchos años", ha señalado.
La falta de examinadores se ha agravado por jubilaciones no reemplazadas y una falta de planificación estructural. Aunque se han anunciado nuevas incorporaciones de examinadores, las autoescuelas y los alumnos consideran que las medidas son insuficientes para resolver el problema a corto plazo.
"Hay una plantilla de 820 examinadores, es insuficiente, hace unos años cada examinador tenía 16 alumnos, a día de hoy son 12", indica Lorca.
Las zonas de España que más acusan este retraso en los exámenes son Barcelona, Baleares, Córdoba, Cádiz o Murcia. "Esto da a lugar a que haya ciudadanos de primera y de segunda, en función de dónde vivas se pueden examinar antes o después", ha denunciado el portavoz.
Para la Confederación Nacional de Autoescuelas el sector se encuentra en un momento crítico, "tantos meses de espera destroza la expectativa de futuro de los alumnos y a las autoescuelas nos están abocando a cerrar".
