De nuestros próximos invitados se ha dicho que: “Pusieron un tabique en su casa para evitarse”, que en una reunión con ejecutivos se dijeron de todo menos bonito, qué en alguna ocasión uno de ellos ha amagado con no salir al escenario. En algunos casos, los rumores son verdad, pero en otros la ficción supera a la realidad…
Ellos, Cristina del Valle y Alberto Comesaña, se enamoraron y al mes se fueron a vivir juntos, de la noche a la mañana su vida cambió. Solo dos años después de haberse conocido, la pareja publicó su primer álbum, ‘Relatos de una intriga’, del que se llegaron a vender más de 300.000 copias en España. "Fundamentalmente los años 90 fue la llegada del CD. Era la explosión de las compañías discográfica. Había televisiones para aburrir, podíamos hacer 90 entrevistas de promoción", ha indicado Alberto.
Nos convertimos en la banda sonora de toda una generación
Tras sus primeros discos Cristina y Alberto rompieron como pareja sentimental, pero aún continuaron como dúo musical hasta 1998. “Tenía un dolor profundo. Mi vida no pasaba por el reconocimiento y el aplauso, necesitaba llevar mi música para trabajar por otra sociedad”, ha explicado la artista.
Del Valle ha recordado como un productor le pidió que firmara un documento comprometiéndose a usar minifalda y 'calentar a todos los tíos de España'. “Yo participaba como activista social a través de mi música y eso se convirtió en un problema para aquellas personas que querían a una mujer cosificada”, ha expresado Cristina. Por su parte, Alberto ha indicado que “nadie jamás nos ha dicho como nos teníamos que vestir, aquí estoy contraría a Cristina. Nadie la quiso sustituir jamás”.
