Raffaella Carrà ha generado una ola de sentimientos y buenas palabras hacia ella. Desde hace décadas, había establecido un determinado vínculo con los que estaban al otro lado. Conexión, empatía… También hay otros que consiguen el efecto contrario y generan desazón e inquietud con solo ver su imagen.
En 'Por fin no es lunes' reflexionamos con nuestro sabio de domingo, Sabino Méndez, sobre la capacidad o falta de capacidad para conectar con los demás. "Raffaella Carrà es un ejemplo perfecto de una figura muy popular que tenía el don de la simpatía. La naturaleza le ha dado un conjunto de rasgos que transmiten ese brillo, esa alegría", afirma.
Dice que, durante estos días, se han publicado muchas fotos y en todas ellas su sonrisa era franca. "Transmitía una simpatía que pasaba por encima de los planteamientos racionales", indica.
"A pesar de no conocerla, provocaba una impresión de que debía ser una persona alegre, simpática, con la que sería posible establecer una conexión fácilmente", sostiene nuestro sabio.