Pero los sindicatos no pueden decir que aglutinan el descontento. La manifestación del domingo fue un claro pinchazo. Hoy, hace huelga el sector del transporte. El resto de ciudadanos, también víctimas de la crisis, siguen a lo suyo con más o menos incomodidades. El ejecutivo se desgasta tomando decisiones. Pero para la sociedad no parece que la alternativa sea seguir a los sindicatos.