Más de la mitad de los españoles están en fase tres. Y los que aún no han llegado, van a tardar poco porque tanto el gobierno central como las comunidades autónomas quieren agilizar. Con el verano a la vuelta de la esquina es fácil que las ansias por ir a la playa, al campo o encontrarnos con familia y amigos nos haga caer en la imprudencia.
La gestión de esta pandemia ha sido francamente mejorable. Pero evitar nuevos brotes no es sólo cosa del gobierno, que también. Pero la responsabilidad personal tiene mucho que decir. Botellones, manifestaciones sin distancia, aglomeraciones injustificadas, son el camino más rápido para que volvamos para atrás en esta pesadilla que, no lo olvidemos, se ha llevado a más de 27.000 españoles.