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Qué sabemos de los sacacorchos: la herramienta que servía para extraer balas

El equipo de 'Más de Uno' se ha desplazado hasta Ciudad Real para disfrutar de La Feria Nacional del Vino. Con motivo de esta festividad, queremos conocer más allá del origen de un elemento esencial para ella: los sacacorchos. Hablamos con Adán Israel, Sumiller del “Restaurante Granero” y con José Mari López, que acumula una impresionante colección privada de sacacorchos.

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Madrid |

El sacacorchos tiene sus primeros orígenes entre los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, el instrumento que conocemos hoy el día ha variado bastante con el largo de los años. El primer sacacorchos conocido se basó en la herramienta utilizada por los armeros para extraer balas incrustadas en los cañones de las armas de fuego, porque en Inglaterra tras la industrialización y la mecánica comenzaron a consumir más vino, así que transformaron el tapón más elaborado de corcho que conocemos hoy en día (porque anteriormente era cónico y sobresalía de la botella, pero era muy problemático a la hora de dejar que el líquido del interior se desbordara).

Con este nuevo "tapón", que ya estaba integrado en la botella, se comenzó a usar la herramienta balística para ayudarles a abrirlo debido a su "tornillo", que cumplía con el objetivo de sacarlo.

Sumiller e inventor

Hemos contactado con Adán Israel, sumiller en Quintanar de la Orden, en el restaurante "Granero"; y tal y como requiere la profesión de abrir botellas, tiene muchos sacacorchos, aunque también podríamos considerarlo como inventor. Desde el local, han hecho una patente de uso de un sistema de unas tenazas portuguesas a la hora de abrir "las terrazas portuguesas" unas botellas antiguas muy incómodas y obsoletas, en las que además añadieron una pequeña cajita para poder transportarlas.

Sacacorchos de Adán Israel, sumiller de 'La Mancha'
Sacacorchos de Adán Israel, sumiller de 'La Mancha' | Onda Cero

Como sumiller, ha tenido días de mucho trabajo en las que a lo mejor se ha tirado horas abriendo 200 botellas —hasta el punto de abrirse alguna vez la muñeca—. Nos cuenta que, aunque no desprestigia ninguna zona o producción, a él le gusta trabajar productos de la zona.

Adán hace vídeos en redes en los que explica cómo abrir botellas de vino, para así intentar formar a personas que quieran formarse como camareros, así que nos cuenta cual es su técnica.

¿Cómo se abre una botella de vino?

Hay muchas técnicas desconocidas a la hora de abrir vino, así que él ha querido retransmitirlas.

Está prohibido permitir que el descorche haga sonido, y asegura que penaliza en los concursos de abertura de vino, aunque "el camarero es un psicólogo y debe saber en qué momento hacerlo". Otros aspectos que no se deben hacer a la hora de abrir una botella es el que tintinee, o permitir que el decantador toque la copa, porque muchas veces pueden romperse al ser muy finas, pudiendo convertirse en algo peligroso.

El sonido del descorche está prohibido

A la hora de cortar la cápsula que protege el corcho de la botella, nos resuelve la duda de a qué longitud debe hacerse: las botellas tienen un reborde en la punta llamado "gollete", teniendo que cortarse debajo del mismo. El motivo se debe a a varios motivos:

  • Anteriormente, las cápsulas eran de plomo y al cortarse quedaban virutas del material, por lo que podría ser dañino para la salud si entraba en contacto con el producto.
  • Otra de las razones es la suciedad, porque antes se guardaban durante mucho tiempo y podían generar moho.
  • Porque hace de antigoteo para muchos sumillers con un solo giro de muñeca, evitando manchar todo.

Cuando un corcho está blando (por exceso de humedad), el sumiller usa sacacorchos en concreto para estos casos.

Con qué sacacorchos se trabaja

El más común que podemos encontrarnos en las tiendas es una muy buena elección, porque lo denomina como "una maravilla de la tecnología y la innovación", debido a su gran utilidad: "tiene muy poco peso y tiene una navajita que corte la cápsula", además de poseer del taladro (o espiral) que abre la botella. Además de este, Adán trabaja con dos más: el sacacorchos compuesto, que es un taladro con muchas menos vueltas y con dos láminas a su lado que abrazan el cuello de la botella para hacer fuerza y las tenazas del sumiller. Nos aconseja que, a la hora de escoger uno, cuánto más fino sea el tornillo mejor, porque cuanto más gordo sea más se expandirá el corcho, y puede hacer que se rompa.

Colecciones de Sacacorchos

Alrededor del mundo pueden existir millones de sacacorchos, y con ello, personas que les guste coleccionarlos. Una de esas personas es José Mari López, que posee una gran colección de sacacorchos que supera los tres mil. Dicha colección está conformada de algunos que tienen diversas tipologías (como de bolsillo, mecánicos, de palanca, figurativos, multifunciones o de diseño), los cuales ha ido consiguiendo a lo largo de más de quince años, y que ahora está pendiente de convertirse en museo.

Todo comenzó cuando poseía una antigua bodega, para la cual compró una serie de sacacorchos. Sin embargo, poco a poco iba a mercadillos junto a su mujer e iba descubriendo otros más bonitos, así que los iba comprando. Cuando se dio cuenta ya tenía una gran colección de ellos, así que continuó coleccionándolos. Asegura que en muchas ocasiones pregunta a los vendedores de ciertos comercios por sacacorchos, y se ha topado con numerosos ejemplares que son tan raros que, cuándo se los muestran no comprende al cómo pueden cumplir su cometido hasta pasado un buen rato.

Otro de los elementos de su colección, son los sacacorchos que no abren botellas de vino, sino perfumes. Estos son mucho más pequeños que empleaban las señoras siglos atrás.