Fracasan las propuestas pretendidamente conciliadoras. Asumiendo esta situación, PSOE y Podemos prefieren hablar de otra cosa, porque el debate catalán sólo beneficia a Ciudadanos. Pero, además, han entrado en un proceso de acelerado alejamiento mutuo. Dice Pablo Iglesias que Pedro Sánchez ha envejecido muy rápido.
Iglesias sabe de envejecimientos, porque su paso desde la nueva a la vieja política ha sido fulgurante. Ya utiliza los argumentos de los partidos de toda la vida. El primero es que los medios le tratan mal. Se refiere a esos medios que se rifaban al líder de Podemos hace tres años, y que le llevaron en volandas hasta los escaños del parlamento. El segundo es que los problemas internos no se deben debatir en público, cuando la transparencia era una de las virtudes que nos prometían los nuevos partidos. Y sólo estamos a mitad de legislatura.