EL REFRANERO ANDINO

John Müller, sobre la ausencia de don Juan Carlos: "Favor hecho a muchos, no lo agradece ninguno"

El proverbio de hoy está dedicado al Rey emérito. El refranero español es terriblemente duro con la ingratitud. Hay más de 400 refranes populares que se refieren a este vicio.

John Müller | @cultrun

Madrid | 29.06.2017 08:39

"Luego que el sediento bebe, vuelve las espaldas a la fuente". "No hay eficaz virtud donde falta la gratitud" o "Es de bien nacido ser agradecido".

Hay uno muy poético que le podría dedicar la infanta Leonor al Emérito. Dice: "¡Ay, abuelo!; sembrasteis alazor y naciónos anapelo". Alazor es una planta que en el pasado se cultivaba para colorante y el anapelo, en cambio, es muy venenosa.

Ayer, el Rey emérito hizo ver su queja porque fue marginado de la conmemoración de los 40 años de las primeras elecciones democráticas. Una omisión imperdonable desde todo punto de vista. Imperdonable para los responsables de las Cortes e imperdonable para el Rey Felipe VI. Tan imperdonable que el Emérito, que ha intentado no ser un incómodo jarrón chino dedicándose a la vida disipada, se quejó públicamente. Los reyes tienen eso, una alarma interna que les dice cuando un momento es histórico y cuando no.

Con la de expertos en protocolo que hay en la Administración, este monumental fallo viene a desmentir eso que se decía antes de que "en España enterramos muy bien". ¿O quizá lo viene a confirmar?

Lo peor es que el incidente revela que la real sigue siendo una familia disfuncional, donde no se hablan, ni se consultan entre ellos. Donde el hijo no habla con el padre. Esto puede estar muy en la línea de la monarquía moderna y despersonalizada que don Felipe y Letizia quieren implantar, pero no se puede olvidar el proverbio que dice que "el agradecimiento es la memoria del corazón". Y si las lecturas freudianas son ciertas, todavía peor por no reprimir esos impulsos y engrandecer las instituciones.

El Emérito debe estar dolido y pensando que "favor hecho a muchos, no lo agradece ninguno" y "que la ingratitud seca las fuentes". Homenajear a la democracia española y dejar que el personaje clave de toda la historia lo vea por televisión, es de una torpeza sin límites. Casi es como reescribir la historia, como intenta Pablo Iglesias manipulando a los poetas, metiendo la pata y evidenciando que sus sesgos le impiden actuar con otra cosa que no sea alimentando el rencor.

El refranero español es sabio: "Al que hace más, se le agradece menos". Eso es lo que ha pasado ayer.