OPINIÓN

Monólogo de Alsina: Expulsando a Torres

Uno procura dirigir este programa con independencia y sin atender a presiones, pero hay días en los que no queda más remedio que plegarse. A la presión. Por pura supervivencia. El director general de esta cadena es del Atleti, el director de informativos es del Atleti, el co-director de este programa es del Atleti, Rubén Amón es del Atleti. Los cuatro me han advertido de las amargas consecuencias que tendría para mí —no llegas a septiembre, Alsina— resistirme a que esta mañana, en Más de uno, suenen dos. Los dos goles con los que despachó al Barça el equipo de todos estos.

Redacción OndaCero

Madrid | 14.04.2016 08:09

Mañana a las once y media, quién se mide con quién en las semifinales de la Champions. Cuatro en el bombo: el Bayern que aún sigue dirigiendo Guardiola, el Manchester City que, hasta que llegue Guardiola, dirige Pellegrini, y los dos equipos madrileños —-Simeone y Zidane— que se midieron en la final de Lisboa de hace dos años. El minuto 93. Lisboa. Sergio Ramos. La décima.

¿Resistirá el alcalde Torres Hurtado o acabará entregando las llaves de Granada? Al Partido Popular se le acumulan los insumisos. Esta señora a la que van a escuchar es la secretaria del partido en Andalucía diciendo, en La Brújula, con todas las letras que Pepe Torres tiene que apearse ya del cargo.

Dijo la señora López que ella no sabe de qué se acusa al alcalde Torres, pero que habiendo una investigación de la UDEF, un registro en el ayuntamiento y un interrogatorio al propio alcalde, la sociedad reclama que se actúe de manera contundente. Explicó menos la secretaria general, pero es el asunto de fondo, que la cabeza del alcalde es requisito exigido por Ciudadanos para mantener al PP en el gobierno de la ciudad. Y vino a admitir que a la amable petición que ya le ha sido hecha a Pepe Torres para que se rinda él ha respondido encogiéndose de hombros.

Torres Hurtado es de la vieja guardia del PP andaluz. De la vieja guardia de Javier Arenas. Antes de gobernar Granada fue delegado del gobierno en Andalucía. Ha hecho toda su carrera de la mano del vicesecretario general del partido. ¿Qué dice Arenas de lo de Torres Hurtado? ¿Y qué dirá Torres si Arenas se suma al coro de quienes piden que entregue el bastón y desaparezca?

El retorno. A la cárcel otra vez. En prisión preventiva para evitar que se escape, o que destruya pruebas, o que reincida.

Qué habrán dicho los reclusos de Soto del Real al verle: “Hombre, Mario, otra vez por aquí”. Nunca pensó que fuera a tener secuela aquel libro que escribió, “Memorias de un preso”.

De nuevo, cuarta vez, vuelve a estar preso Mario Conde. Amanece en Soto, encerrado y sin posible fianza. Prisión incondicional decretó para él el juez Santiago Pedraz. Para él y para el abogado Javier de la Vega. Que en efecto es el abogado de Mario Conde pero que no va a la cárcel por ejercer como abogado, sino por ser cooperador del delito de blanqueo y por impedir la ejecución de dos sentencias. O traducido, por colaborar con quien le paga en el ocultamiento del dinero que se llevó de Banesto y repatriarlo fingiendo un origen distinto para que no le pudiera ser reclamado para abonar las compensaciones a los accionistas que nunca realizó. No le llamen abogado, llámenle cómplice o colega.

El juez da por buenos los datos que le ha aportado la policía y hace firme la sospecha de que Mario Conde se ha ido trayendo a España trece millones de euros en quince años. Visto así, han tardado en cazarle. No se le dio mal el pitufeo. Mario Pitufísimo.

¿Qué dice su defensa, o sea, el abogado de verdad que es Peláez? Pues que el dinero no procede del saqueo del banco ni de Argentia Trust, y que el señor Conde está en disposición de probar el origen de su patrimonio. ¿Cuál es ese origen? Ah, eso todavía no lo cuenta.

Había circulado ayer la información de que el detenido De la Vega le había dicho a la guardia civil que el dinero no era, en realidad, de Mario Conde sino del suegro. Que ya falleció. Como falleció su hija, Lourdes Arroyo. Ya se sabe que los suegros difuntos, como los padres difuntos, como los abuelos, son muy de haber hecho grandes fortunas, haberlas sacado del país para asegurarse de no perderlas y habérselas dejado en herencia a hijos, nietos y yernos que, casualmente, acaban investigados por evasión fiscal y blanqueo de capitales. No hace falta que les recuerde casos recientes porque están en la memoria pujólica de todos. Los jueces no procesar por cuentismo porque aún no está tipificado. El acusado tiene derecho a fabular en su beneficio cuanto quiera.

Bueno, ha dicho Peláez, el abogado de verdad, que lo del suegro no es así. Que eso sólo se refiere a la finca de Pollensa, una vieja historia. De cuando Conde aún era un joven ejecutivo y era el suegro el que le debía catorce millones de pesetas a un banco. El aval era la finca y lo que hizo le suegro fue ponerla a nombre de la hija y el yerno, un alzamiento de bienes de libro. Es dinero sí que era del suegro, precursor del hábito familiar, como se ve, de esconder el patrimonio propio fingiendo que es o de testaferros con nombres y apellidos o de sociedades cruzadas las unas con las otras para que los investigadores, si intentan tirar del hilo, se vuelvan locos con la madeja llena de nudos.