Entre el soniquete de los niños anunciando premios, el 22, y el cántico de los villancicos el día 24, Puigdemont se ha reservado el 23 para que suene la cantinela independentista: los nombres más significados del procés dándole al bombo para que éste siga girando. El estribillo del villancico del referéndum virtual ya sabe usted cuál es: no pares, sigue, sigue; no pares, sigue sigue.
Normalmente la Navidad se aprovecha para pacificar los conflictos y parar las guerras. Pero este belén viviente del procés servirá para todo lo contrario. Ahora que Soraya abre despacho y se catalaniza —no me llames Soraya, llámame “la Sorayeta”—, ahora que los portavoces oficiosos del gobierno central siembran la tesis de que el clima ha cambiado, que independentismo retrocede, que el souflé baja, recupera Puigdemont la cita aquella que le reclamó en su día la CUP y convoca cumbre del independentismo para anunciar a los suyos la buenanueva del advenimiento del referéndum. Como diría el profesor Rodríguez Braun, “essssste debe ser el famoso deshielo”.
En el belén viviente Puigdemont hará de San José (San Josep) y Carme Forcadell de la virgen María. La bronca puede llegar a la hora de repartir los demás personajes. De quién hace Oriol Junqueras, si es tan padre de la criatura (o más) que Puigdemont. Dices: que haga de dios. ¡No puede, se le enrabieta Artur Mas!: “Procés, yo soy tu padre”. Como es el rey Artur, que haga de Herodes. Así recibe a los reyes magos de Oriente y les pega a ellos la chapa de la internacionalización: aquí tenéis, majestades, este tríptico que quizá ya conocíais porque lo hemos enviado a los confines del mundo, desde China a Eslovena pasando por un pueblo de Burkina Fasso. Están en Burkina Fasso preguntando si en lugar de la publicidad independentista no podrían enviarles unas camisetas de Messi.
Anna Gabriel, de la CUP, parece que hará de harinera en el belén viviente. Ella está disconforme porque dice que la harinera es un personaje irrelevante, un florero. Que mejor hace ella de virgen María y a la señora Forcadell la mandan al palacio de Herodes a hacer de Salomé. Le han dicho que Salomé no sale en los belenes. Pero es lo que dice ella: "no sale en los belenes…españoles".
Querían recuperar a Antonio Baños con su camiseta de rayas e hiciera de gondolero, pero al final no ha dado tiempo a terminar el río de papel de plata y han renunciado al tramo navegable. Le ofrecieron ser presidiario, pero dijo que ese sacrificio casi que lo haga otro.
Bueno, y queda Rahola. Que quería hacer de arcángel anunciador del nacimiento de la independencia, pero claro, le han dicho "a ver, Pilar, ¿tú arcangélica a estas alturas?" Es un belén pequeño, todos se conocen. Al final la han metido en el grupo de pastoras y pastores, que es paritario, catalanohablante y muy beligerante. Le pegan broncas a las ovejas que intentan salirse del redil. "Yo es que quiero ser oveja española". "Anda para dentro que te esquilo sin máquina, como hace con nosotros España".
De caganer hará Montoro, que no es independentista pero ha exigido derecho de réplica por la cantidad de veces que se han cagado en su padre.
Donald Trump demostró no estar muy puesto en geografía europea cuando dijo que su ciudad favorita era Bélgica, y seguramente no está muy en el detalle de los partidos politicos que existen en España. Ahora tiene una oportunidad de hacer un master, empezando por aquel que más empeño ha puesto en hacerle la pelota. Se llama Bildu. La coalición de la izquierda abertzale.
Hoy publica El Mundo la carta zalamera, obsequiosa, que le ha enviado la diputada Marian Beitia Larrangoitia al presidente electo de los EEUU. "Queremos trasladarle nuestra más sincera enhorabuena por las elecciones tan vibrantes que ha ganado, nuestra disposición a seguir cooperando con el gobierno de los Estados Unidos en aras de los valores que compartimos y los lazos históricos que unen nuestros dos países". No se líe Trump, que los de Bildu se refieren al País Vasco. A los lazos históricos entre Euskalherría y los U.S.A. Para lo que usted quiera, amigo Trump, aquí estamos los Sortus y los Bildus.
Respuesta del señor del pelo naranja que se peina para adelante no consta que exista. Es probable que haya dicho: ¿pero estos no son los del tipo ése condenado por terrorismo al que le impedimos usar nuestro espacio aéreo para ir a llorar la muerte de Fidel Castro, cómo se llama? Otegi, presidente. Eso, Otegi. Déle las gracias por la carta y que no vuele más.
Trump ya saben ustedes como resuelve los problemas: el cambio climático, por ejemplo. Nombra encargado a un señor que no está convencido de que sea la mano del hombre lo que está calentando el planeta y así el problema parece menos acuciante. El nuevo responsable de medio ambiente cree que Obama gastó demasiado dinero de los contribuyentes en hacerle la puñeta a las petroleras, aunque al lado de Trump parece de Greenpeace. Porque fue Trump en campaña quien dijo que esto del cambio climático es un cuento chino.