Quienes no anticiparon su elección tienen lo que dure el día de hoy para hacerlo. Con la larga jornada electoral que tenemos por delante y que, debido a los varios husos horarios de esta nación, comienza dentro de seis horas aquí, en la costa Atlántica, y terminará allá por las seis de la mañana de mañana miércoles en Alaska.
Llegó la traca final. Los últimos mensajes que encadenaron Clinton y Trump en el festival de mítines que acumularon ambos este lunes (volando de un estado a otro a animar el voto) y los últimos spots que han pagado en las televisiones locales.
Diciéndoles a los suyos que ha escuchado decir que gane o pierda habrá hecho historia. Él no quiere ningún reconocimiento por perder, quiere ganar. Para hacer América fuerte de nuevo. En su último spot la señora Clinton invita a los estadounidenses a hacer historia. En un sutil recordatorio de que nunca antes una mujer llegó a la presidencia.
Para saber cuáles son los estados donde las encuestas están más apretadas y donde puede decidirse hoy la presidencia sólo hay que fijarse en los lugares donde predicaron ayer los candidatos: Trump en Florida, Carolina del Norte, Pensilvania, Nuevo Hampshire, Michigan. Clinton en Carolina del Norte y Filadelfia. Recuerden el número mágico: 270. La suma de votos electorales (los puntos que aporta cada estado a la suma final, no el número de votos totales en las urnas) que se requieren para hacerse con las llaves de la Casa Blanca.
Rogándole a dios que intervenga en el ánimo de los votantes y permita que gane el candidato Trump terminó ayer uno de los mítines que animaron sus hijas en Virginia.
Amén. Con todos los asistentes en pie y en actitud piadosa. Tradiciones de aquí que no se pierden.
Pero los tiempos cambian y la forma de vivir una jornada electoral también. La tradición decía que no se emitían proyecciones de resultados hasta que los colegios electorales hubiesen cerrado en el estado del que se ofrecía pronóstico. Es decir, ni un indicio de por dónde va el balón hasta la tarde-noche. Pero eso era costumbre de los medios tradicionales, no de los nuevos. Hoy la edición digital de Slate y el portal Vice News se han unido para hacer un experimento: publicar estimaciones en tiempo real a lo largo de toda la jornada. Las mismas pistas que reciben los cuarteles generales de los candidatos las podrán tener los usuarios de estas webs. Abriendo un debate periodístico interesante sobre si ésta es una forma de informar de lo que está sucediendo o de influir en el resultado. O ambas cosas.
Los sondeos difundidos hasta la noche de ayer sitúan a la señora Clinton casi 4 puntos por delante de Trump (48.6 frente a 45 %) en voto total. Y atribuyen una probabilidad de triunfo del 70 % a Hillary por sólo un 29 % de Trump. La candidata alcanzaría casi 300 de los 538 votos electorales y escribiría así la página de la historia por la que viene suspirando, a decir de algunos, desde sus primeros escarceos políticos hace 45 años: ser la primera presidenta de los Estados Unidos con su marido Bill como primer caballero, si es que al final prospera esa denominación (a él le da igual porque seguirá siendo el presidente Clinton hasta que se muera, e incluso después).
