Ya lo siento, hoy, por la vicepresidenta uno del gobierno de España, pero por más que su quita-te-tú sea un asunto relevantísimo, hoy el interés de la nación va a estar a Jéssica.
Declara Jéssica, ex de tantas cosas
Ya, bueno, pero la actualidad es así, ministra. Declara Jéssica. Como testigo. Con obligación de decir verdad, como se ha puesto de moda decir en los medios como si eso garantizara que los testigos no mienten y los imputados sí. Jéssica Rodríguez. Ex empleada de empresas públicas dependientes del ministerio de Transportes. Ex inquilina de un apartamento en la Torre de Madrid. Ex acompañante del ministro a viajes oficiales.Ex amante de José Luis Ábalos. Ex tantas cosas.
Ella misma pudo ser, presuntamente, una prueba de la relación ilícita que mantuvieron Koldo García, Víctor de Aldama y José Luis Ábalos
Comparece como testigo no porque tuviera en 2020 una relación sexual o sentimental -o lo que fuera- con el entonces ministro de Fomento, secretario de organización del PSOE y hombre de confianza de Pedro Sánchez. No porque el ministro -hombre casado- aprovechara sus viajes oficiales por las Españas para dejarse acompañar por ella y así poder tener -entre reuniones, inauguraciones y discursos- tiempo para seguir conociéndose.
Sino porque ella misma pudo ser, presuntamente, una prueba de la relación ilícita que mantuvieron Koldo García, Víctor de Aldama y José Luis Ábalos. Ésta es la relación, o el trío, que interesa al juez que instruye la causa. Pero ocurre que Jéssica no sólo conocía a los tres sino que habitaba un apartamento -dos mil setecientos euros mensuales- que pagaba Aldama a través de Koldo como favor, presuntamente, no a ella sino al ministro al que ella acompañaba.
Es decir, que el alquiler de ese apartamento podría considerarse una forma de engrasar la fructífera relación que Aldama, conseguidor de contratos públicos para empresas privadas, mantenía con el ministro que a diario se dolía de su apurada situación económica.
Al juez le interesa de dónde procedía el dinero que percibía Jéssica
Esto es lo que al juez le interesa. Si Jéssica, o los gastos de Jéssica, o algunos gastos de Jéssica, eran parte del presupuesto que manejaban los corruptores para tener contentos a los corrompidos o corruptos. Presuntamente.
En septiembre le pregunté a José Luis Ábalos en este programa por Jéssica y el correo electrónico que supuestamente ella le envía a el reprochándole que sus ingresos no alcanzan lo que esperaba, o lo que habían hablado. Y que, supuestamente, la esposa de Ábalos ve en el portátil que éste se ha dejado abierto y lo comenta luego con Adriana Lastra (qué de personajes para la telenovela). Éste fue el muy comentado pasaje de aquella entrevista que podríamos titular ‘de papá a papá’.
Si Jéssica, o los gastos de Jéssica, eran parte del presupuesto que manejaban los corruptores para tener contentos a los corrompidos o corruptos
Al juez le va a interesar poco la vida conyugal, o extraconyugal, de José Luis Ábalos. Si acaso le interesará de dónde procedía el dinero que percibía Jéssica y si las dos veces que fue colocada en una empresa pública fue porque era idónea para el puesto o porque el ministro la enchufó. Que es otra forma de corrupción, menor si se quiere, que toda la vida se llamó enchufismo.
Deslealtad con el bondadoso gobierno
La política española, a estas alturas, consiste en descubrir cada día quién se fía menos de quién. Quién es más listo. O quién más tonto. Ministros, dirigentes de oposición, presidentes autonómicos van equipados con un detector de trampas para intentar sortear las emboscadas del adversario. Presumen de triunfo cuando han conseguido sorprender al otro y dejarlo descolocado.
Ejemplo: si la vicepresidenta uno del gobierno presenta, con gran trompetería, su proyecto de enjuagar la deuda de las autonómicas cargando el principal a la cuenta de la administración central y ella misma sugiere lo inexplicable que sería que los gobiernos beneficiados por el trasvase votaran en contra en la reunión de ayer, pues van los gobiernos aludidos y en lugar de votar en contra -ni en contra ni a favor- dejan abandonada a la vicepresidenta y se marchan en comandita haciendo saber que han olido la trampa y se han zafado con agilidad de ella. No era un consejo de política fiscal y financiera, hacen saber, ¡era una ratonera!
La vicepresidenta uno se disgustó muchísimo, compartió con la prensa su hondísima contrariedad, y a falta de otra cosa obsequió a los periodistas con un mítin contra el PP
La vicepresidenta uno se disgustó muchísimo, compartió con la prensa su hondísima contrariedad, y a falta de otra cosa obsequió a los periodistas con un mítin contra el PP en el que hubo de reformular la imputación, porque la idea era haber acusado a los gobernantes autonómicos de votar en contra de la solución mágica que ella, generosamente les ofrecía pero, como no votaron, fue cambiada por la imputación de dejación de funciones, de no representar a sus ciudadanos, de deslealtad con el bondadoso gobierno de España.
La maniobra del PP le rompió el discurso
Deslealtad, en boca del gobierno central que se pasa el día haciendo oposición a los gobiernos autonómicos del PP, y cuyo presidente ha elevado este hábito a la máxima potencia haciendo líderes de la oposición en Andalucía, Madrid, Aragón y la Comunidad Valenciana a sus ministros podría considerarse un poco broma pesada. Pero no, no estaba María Jesús Montero anoche para bromas.
La maniobra del PP le rompió el discurso que desde el lunes venía haciendo el gobierno -porque el gobierno, a la vez que anunció su propuesta empezó a cargar contra Feijóo desafiándole a rechazarla-, de modo que tuvo que sostener ayer la vicepresidenta que Génova ordenó a los consejeros autonómicos que votaran que no, que los gobiernos autonómicos hacen lo que les manda Génova y, a la vez, que no llegaron a votar porque temen a Génova. Átame esa mosca por el rabo.
Montero recriminó a Montoro hace años lo que ahora hace ella
Bueno, si la vicepresidenta, líder de la oposición en Andalucía -estos pluriempleos pasan factura- fuera tan leal con los gobiernos autonómicos como ella reclama, lo primero que les habría dicho es voten ustedes lo que vean conveniente que yo me comprometo a no usarlo en mi batalla electoral contra todos ustedes. Pero ocurre que ya venía usándolo antes de que se sentaran a hablar de nada.
Montero recriminó a Montoro que usara la condonación de la deuda para incumplir su obligación de actualizar el modelo de financiación autonómica. Memoria histórica
El tono de la ministra, desgarrado, acusando al PP de carecer de sentido de Estado había sonado más creíble si no llevara siete años acusando al PP de carecer de sentido de Estado. Y si no hubiera sido ella misma, hace siete años -consejera autonómica-, quien le recriminó a Montoro que usara la condonación de la deuda para incumplir su obligación de actualizar el modelo de financiación autonómica. Memoria histórica.
Si el gobierno quiere seguir adelante con la quita, tiene que convertirlo en proyecto de ley
Insistió mucho ayer la hoy vicepresidenta en que los gobiernos autonómicos representan a los ciudadanos y que el Consejo de Política Fiscal está para negociar y llegar acuerdos. Ambas cosas son bastante discutibles. Quienes representan a los ciudadanos no son los gobiernos, son los parlamentos. Los gobiernos les gobiernan, que es distinto.
Y al Consejo de Política Fiscal no llegó ayer el gobierno ayer a negociar nada, llegó con una propuesta atada con Esquerra Republicana para que los gobiernos autonómicos se limitaran a decir sí o no; cualquier parecido entre eso y una negociación es pura coincidencia.
A quien alivia la quita es a los gobiernos autonómicos, no a los ciudadanos que lo que dejan de soportar como ciudadanos autonómicos pasan a soportarlo como ciudadanos del Estado
Si el gobierno quiere seguir adelante con la quita -esto sí lo explicó bien la vicepresidenta uno- habrá de convertirlo en proyecto de ley para debatirlo, enmendarlo y votarlo en el Congreso, que ahí sí es donde está la representación de los ciudadanos. Razón de más para que Montero se anime a explicar algún día a los ciudadanos por qué les confunde a ellos con sus gobiernos.
A quien alivia la quita es a los gobiernos autonómicos en el pasivo de sus cuentas, no a los ciudadanos que lo que dejan de soportar como ciudadanos autonómicos pasan a soportarlo como ciudadanos del Estado. Perdió, en fin, la oportunidad la vicepresidenta de explicarnos a todos si le tomará la palabra a la ministra Alegría y asumirá también la deuda privada de los españoles, es decir, si pagará la letra de nuestras hipotecas.
