Aún con la obligación de llevar la mascarilla puesta en la calle porque dice el gobierno que es pronto para libernarnos de ella. Si usted estaba esperando a ver si en el Consejo Interterritorial éste de los miércoles empezaban ya a levantar la mano con el enmascaramiento en exteriores, ármese de paciencia porque lo han dejado para la próxima semana. Debe de pensar el gobierno que ahora que acaba de sacar adelante su decreto de las mascarillas con la treta, o la jugarreta, que dice Errejón, de hacer un batiburrillo con la paga extra de las pensiones, va a quedar un poco raro admitir que las mascarillas ahí fuera no hacen falta porque no sirvieron para frenar la ola ómicron de contagios. Vamos bajando la ola, de eso no hay duda. Aunque aún tengamos diecisiete mil hospitalizados y un número de fallecimientos diarios que descorazona. Ciento sesenta defunciones. Cada día.
Vamos bajando la ola, de eso no hay duda
Reforma laboral
Para hoy, nuevo decreto ley que va a convalidar el Parlamento, prepara el gobierno las trompetas, y en su derecho está, para festejar la aprobación definitiva de su mini reforma laboral y enviarle a la comisión europea el resultado de la votación como comprobante de que los deberes están hechos. Porque hoy el gobierno va a consumar. Naturalmente, le escucharemos hoy ensalzar el sentido de Estado, la responsabilidad, el compromiso con el país de los partidos que le van a bendecir la reforma y la falta de responsabilidad y de talante de quienes se la van a intentar tumbar. Con tonos diferentes. Duro cuando hable del PP y dolorido, pero tibio, cuando hable de Esquerra Republicana, de Bildu y, si finalmente vota en contra, del PNV.
La suma de síes ya le sale al gobierno
La suma de síes ya le sale al gobierno, 176. Ahí están los 154 del PSOE y Podemos, los nueve de Ciudadanos y los trece que ha reclutado entre pequeños partidos, algunos tan a su izquierda como Más País y Compromís y otros tan a su derecha como el PDeCAT y la Unión del Pueblo Navarro. La cuenta le sale a Sánchez. Aunque va tan ajustada que va a tener que amarrar a sus escaños a estos 176 diputados, no le vaya a entrar a alguno un apretón, o cualquier otra urgencia biológica, tenga que abandonar el Hemiciclo y se quede la cosa en gatillazo. Hoy la victoria es por la mínima. Nada que ver con los 188 de los Presupuestos, qué holgura, qué comodidad, que poderío.
La cuenta le sale a Sánchez
Pero es una victoria. Para Sánchez y también, aunque menos, para Yolanda Díaz. Menos para ella porque sale empañada su fama de impenitente forjadora de acuerdos insospechados. Con Esquerra Republicana pinchó en hueso. Si esperaba que Rufián se rindiera a base de repetir cada día que a ver cómo explicaba a los trabajadores su no es no ya ha comprobado que lo explica rápido.
El precio de pasarte tres años prometiendo que no quedarán de la reforma de Rajoy ni las raspas, y de andar firmado papelitos a tus socios con el compromiso formal de triturarla, es que ahora te echen en cara que les engañaste. Porque, en efecto, toda aquella matraca sobre la derogación íntegra fue un enorme engaño. Hoy la comisión europea puede decir que Sánchez cumple lo que le prometió a ella y Esquerra, el PNV, Bildu, los votantes del PSOE, los de Podemos pueden decir que Sánchez traiciona lo que les prometió a ellos.
"Los dos partidos que ayer confirmaron que echan un cable hoy al gobierno no son precisamente izquierdistas"
Si a Yo Yolanda le parece que Ciudadanos es muy de derechas, qué no pensará de la Unión del Pueblo Navarro. Cuyo diputado Sayas nos explicaba ayer en el programa lo difícil que era para ellos tomar una decisión en este tema pero cuya ejecutiva, desde Pamplona, explicó después de forma muy clara por qué van a votar que sí.
La aprobación es positiva para España. Oiga, pues sí que les ha costado decidirse teniendo tan claro lo positiva que es. A los náufragos de Convergencia Democrática, cuatro diputados del PDeCAT, les ha sucedido lo mismo. Tienen tan claro que un acuerdo entre patronales y sindicatos debe ser respaldado por el Parlamento que han tardado un mes en decidir que votaban que sí. Bendita sea la coherencia.
Oiga, pues sí que les ha costado decidirse teniendo tan claro lo positiva que es
Embarcados en el bloque del sí el PDeCAT y UPN, y estando desde el principio embarcado Ciudadanos, le va a costar a Yolanda publicitar esta reforma como un producto típicamente izquierdista por más empeño que ponga, voluntarioso hacièndole los coros, el secretario general de Comisiones Obreras Unai Sordo. Comisiones Obreras, que es hoy, con los comunes de Ada Colau, el más claro exponente del partido yolandista. Mira lo que han tardado los colaus en amenazar a Pere Aragonés con retirarle su apoyo por haberle dado calabazas a Yolanda. Aquí todo el mundo toma nota de los plantes y los desplantes y promete venganza.
De hecho, y una vez que esta mañana (o esta tarde) se consume la votación la pregunta será cuánto queda en pie del bloque de la investidura, la alianza que tejió, pastoreó y abonó en sus tiempos de gloria Pablo Iglesias y que sale de este envite como poco desconchada y quién sabe si con daños estructurales, por emplear terminología propia del cuerpo de Bomberos que es la más oportuna en este episodio político que deja a tanta gente quemada.