"Allí estamos nosotras con nuestros preciosos vestidos verdes y chaquetas rojas. Acabábamos de estrenar nuestra gran aventura", cuenta Bron, que añade que tuvo la suerte de conocer al ex piloto británico Jim Clark que le enseñó a conducir un Lotus Cortina en un circuito de Londres. Entonces no había ningún tipo de seguridad.
"Ahora hay más control. Antes solíamos hacer rallies en los que dormías una noche en 5 días". Pero Bron, después de llegar a la meta en aquél 1970, volvió a Inglaterra y tuvo que dejar el mundo del automovilismo para buscar un trabajo con el que ganarse la vida. Vendió el coche, pero casi 5 décadas después ha conseguido recuperarlo y ponerlo a punto. Ha reunido además a su copiloto, Tina, con la que participará en una carrera desde Londres hasta Lisboa en abril. Y lo harán con el mismo coche.
"Lástima que Tish ya no esté aquí. Le hubiera encantado esto" comentan ambas sobre una tercera amiga mientras observan el vehículo. A pesar del paso del tiempo, Bron sigue con vitalidad para volver a pilotar. Su gran objetivo es llegar a la meta superando los más de 3.300 kilómetros de este nuevo reto, porque dice que en esta vida los límites solo se los puede poner uno mismo. Y ella se siente 20 años más joven.