EN LA ROSA DE LOS VIENTOS

El día en el que se emitió un exorcismo en directo

En la 'Tertulia Zona Cero' con Manuel Carballal, Juan José Sánchez-Oro, Miguel Pedrero y Mado Martínez, hablamos sobre la retransmisión de un exorcismo en directo. También charlamos sobre el origen de los primeros americanos, las experiencias cercanas a la muerte y el legendario tesoro de Lemminkäien.

ondacero.es

Madrid | 18.07.2022 17:32

Uno de los exorcismos más salvajes de la historia ocurrió el año 1991, cuando una joven colombiana fue exorcizada en un programa de televisión estadounidense. Fue el propio Vaticano quien dio luz verde a esta emisión, que llegó a 29 millones de espectadores.

Supuestamente, la joven estaba siendo atormentada por varios demonios, que habían logrado el control de su cuerpo. En la cinta se puede ver a Gina, el nombre que dio en el programa 20/20 de la cadena de televisión 'ABC', maniatada a una silla. De su cuello colgaban tres cruces, que se movían de manera muy brusca.

Por momentos, alguno de los demonios tomaban posesión de ella, uno de ellos conocido como Minga. "Jesús nos va a llevar a todos, vienen más guerras", gritaba con una voz gruesa. A sus 16 años, estaba rodeada de curas y parafernalia religiosa, con una cámara grabando cada uno de sus actos.

¿Qué ocurrió en la emisión en directo?

Los padres de Gina, preocupados por su hija, decidieron contactar a un exorcista. En un principio, la joven había obtenido un diagnóstico psiquiátrico, aunque al ver que el problema no se solucionaba con los tratamientos convencionales decidieron optar por un sacerdote. Síntomas como hablar en lenguas extraña, cambios bruscos de personalidad y visiones de personas fallecidas la atormentaban cada día.

La iglesia quería mostrar la problemática real de las posesiones por espíritus malignos. Para ello, decidieron utilizar el caso de Gina como ejemplo de la única solución que existía ante ello: un exorcismo.

Manteniendo una mano en la frente de Gina, el exorcista se armó de crucifijo y biblia para acabar con el demonio que la muchacha llevaba dentro. Nada más darse cuenta de lo que ocurría, una transformación se llevó a cabo en la joven, que comenzó a luchar contra lo inevitable. Los dos espíritus malignos que acogía su cuerpo, Minga y Zien, gritaron y realizaron movimientos de lengua y ojos extraños para intentar mantener el control. Todo finalizó cuando Gina, ahora ya "curada", pudo besar el crucifijo que había expulsado a las amas vengativas que la aterrorizaban.